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El comentario de Juan Antonio de Labra

Jueves, 31 Mar 2022    CDMX    Juan Antonio de Labra | Opinión     
"...que quiera ser figura del toreo, tendrá que salir a arrear...."
La nueva generación de toreros mexicanos merece una atención especial, sobre todo ahora que tres de ellos están anunciados el próximo domingo en la plaza "Nuevo Progreso" de Guadalajara, en una corrida extraordinaria donde los tres triunfadores de esta fase de la temporada, han salido a hombros con sólidos argumentos.

Se trata de Héctor Gutiérrez, Diego San Román y Miguel Aguilar, quienes lidiarán toros de la ganadería de De La Mora, en el cerrojazo de la Feria de Aniversario del coso tapatío. Y seguramente que los tres saldrán a pelearse las palmas, con la firme intención de consolidar su paso por una plaza, que representa un gran escaparate y confiere categoría.

Desde que surgió aquella generación de toreros capitaneada por Joselito Adame, en la que estaban Octavio García "El Payo", el malogrado Mario Aguilar, Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar o Diego Silveti, no había surgido un grupo tan consistente de toreros que hiciera concebir tantas esperanzas a los aficionados.

Entre esta generación y la de Eulalilo López "Zotoluco" y Rafael Ortega, hubo algunos interesantes eslabones, como fue en su día el caso de Ignacio Garibay, Arturo Macías o José Mauricio, por citar sólo a algunos, que irrumpieron con fuerza en el primer lustro de la década del nuevo siglo.

De la generación de Joselito, toda formada en ruedos de España en su etapa novilleril, incluido Sergio Flores, ahí siguen varios de sus miembros instalados en una agradable zona de confort que podría verse sacudida por la ambición de los que hoy día vienen empujando fuerte, y con ganas de ocupar más puestos en los carteles importantes de las plazas México.

Y esa rivalidad será muy sana para la Fiesta, en una época en la que aquel que quiera ser figura del toreo, tendrá que salir a arrear todas las tardes, y si no que le pregunten a Andrés Roca Rey, modelo, en dicho sentido, de la tauromaquia de contemporánea en cuanto a su mentalidad se refiere. Porque bien dicen que en gustos se rompen géneros.

Precisamente por ello, de la pasmosa claridad de ideas de Gutiérrez, pasando por el arrojo de San Román, o la reciedumbre de Aguilar, también tiene cabida el arte de Juan Pedro Llaguno, que no por atesorar un toreo de filigrana, el queretano se deja la actitud en casa. Por el contrario, también es consciente de su cometido para prosperar.

Ahí están esos cuatro ases de la nueva baraja taurina mexicana, mismos que aglutinan conceptos tan valederos como complementarios, y cada uno hará lo suyo para atrapar la atención de la gente y crear sus propios partidarios, a sabiendas de que no hay tiempo que perder. Y quizá por ello el denominador común de los cuatro es la entrega, esa palabra mágica que en el toreo mueve montañas.


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