Hace exactamente dos años, a mediados de marzo de 2020, la pandemia nos cayó encima como una cubeta de agua fría, y nos dejó sumergidos en una gran incertidumbre de la que, en ese momento, nadie sabía cómo reaccionar o qué hacer en aquellos días en que la desesperanza se cernía encima del sector taurino.

Y de aquel "¡sálvese quien pueda!" generalizado, en que los ganaderos sacaron la peor parte, y tuvieron que hacer verdaderos milagros para mantener sus hatos, ahora el panorama actual es totalmente opuesto y esperanzador para la tauromaquia.

No en vano ayer coincidió la presentaron de los carteles de las dos ferias más representativas del país: Aguascalientes y Texcoco, y de pronto la información de toros y toreros llenó el espacio informativo, obligando al aficionado a sacar el lápiz para hacer un balance detenido de cada combinación e ilusionarse ante la atractiva y variada oferta taurina.

Por la mañana, en el Restaurante Arroyo, el matador Curro Leal daba a conocer las siete fechas de la plaza "Silverio Pérez", ahí donde, finalmente, se destrabó el problema sindical que la empresa Santa Julia Espectáculos, de Marco Castilla, había generado en octubre pasado.

La mejor noticia para Texcoco es que se levantó el veto que pesaba sobre su plaza, y eso se hizo por el bien de la Fiesta, no obstante que la empresa anterior aún no ha resuelto sus deudas con matadores y novilleros. La intención de Curro Leal es devolver al coso la credibilidad que merece, ahí mismo donde hace 30 años dio toros con el respaldo de Televisa.

Por la noche, en el bello palacio de Gobierno de Aguascalientes, y con la presencia del gobernador del estado, Martín Orozco, Espectáculos Taurinos de México dio a conocer los carteles del regreso de la Feria de San Marcos, en un evento cargado de entusiasmo.

Trece corridas de toros y una novillada conforman el variado serial sanmarqueño, siendo la presencia de Talavante, la más importante del ciclo, debido a que reaparece un torero triunfador de la Monumental, que regresa renovado artísticamente y con la firme intención de dejar una huella todavía más profunda en el toreo de su época.

Dos años después de la catástrofe del Covid-19, hoy debemos congratularnos de volver a lo grande a ambas plazas de toros. La Fiesta está viva y eso es motivo de una gran felicidad. ¡Así que vamos a los toros!