Paco Ureña es uno de esos toreros en el que los adjetivos calificativos que acostumbran a darse en el medio taurino quedan cortos. Torero de raza, dicen unos, admirable, valeroso, portentoso lo dicen otros, lo cierto es que, con todo, Ureña es un ejemplo en los toros.  

Su afición y perseverancia no tiene techo. Mucho le ha costado vivir en carne propia noches de desvelo, días de angustia en los hospitales pensando en qué pasará.  

Hoy, para su fortuna, todos esos tragos amargos se han compensado con el reconocimiento de los aficionados y con el gusto de poder alcanzar la cumbre más alta del Everest de los toreros que es la Puerta Grande de Las Ventas. Aquella memorable tarde en la que le cortó las orejas a un toro bravo y noble de Victoriano del Río en Madrid, las lágrimas de felicidad lavaron las heridas que dejaron en su cuerpo, otras tantas tardes en aras de alcanzar su sueño.  

Hoy Paco Ureña está en México dispuesto a seguir sumando triunfos en la Feria de León, mañana y en la segunda de Carnaval, el domingo 27 en Autlán de la Grana, Jalisco.

El torero nacido en Lorca, hace 39 años, tuvo uno de sus más recientes percances el 19 de octubre del año pasado, en la plaza de Abarán, Murcia, donde uno de sus toros le propinó una fuerte contusión en el esternón, un traumatismo craneal, una fractura en la vértebra C4, aunque por fortuna sin desplazamiento, y un esguince en la rodilla derecha. Así es la vida de Ureña.

"Estoy bastante mejor, no al cien por ciento físicamente porque voy a tardar un tiempito para estar recuperado por completo de mi cuello, pero aquí estoy sobre todo con muchas ganas de torear. Aquello fue algo que podía haber tenido un final muy traumático y duro, pero la verdad que Dios sabe por qué hace las cosas y aquí estoy la verdad", señaló.  

Ureña debutará mañana en la tercera corrida de la Feria de León, al lado de Juan Pablo Sánchez y André Lagravere "El Galo", con una corrida de Xajay, y luego hará el paseíllo el lunes 27 de febrero en Autlán, donde compartirá cartel con Joselito Adame y Sergio Flores, para lidiar un encierro de Villa Carmela, en la segunda corrida de Carnaval.

"Es mi presentación en la primera de ellas, así que estoy muy contento y feliz, ojalá pueda tener algún toro para poder expresarme", agregó.

De cara al festejo en "La Luz", ayer en la ganadería de San Constantino, se lidiaron tres toros de Los Cues y uno del hierro de la casa, en el que junto con Héctor Gutiérrez y Julián Garibay, que verán acción en la Plaza México este fin de semana, cerraron cada uno se preparación.

"Aquí me siento en mi casa y es algo especial porque estar aquí con don Juan Pablo Corona, que es mi padrino, me siento en casa, se me trata como un hijo más y estoy tremendamente agradecido a él y a su familia por todo este trato que me dan", dijo. 

Apoderado ahora por el matador retirado Juan Diego, con quien ya tuvo oportunidad de hacer equipo mientras era apoderado por Simón Casas, de donde pasaría luego con José María Garzón y más tarde ser apoderado por la Casa Lozano, el lorquino espera encauzar su carrera.

"Todos estos cambios son circunstancias de trabajo profesionales, donde uno va buscando su carrera y hacer su camino de la manera que uno quiere En esa búsqueda, como en todos los negocios y en todas las empresas, va habiendo cambios y estos en mí se deben solamente a eso, para buscar la excelencia y la mejoría. No quiero decir que no haya sido una etapa importante con mis antiguos apoderados, pero sí que uno intenta crecer y hacer lo mejor para uno", aseveró.  

Por lo pronto ya Juan Diego planifica lo que será su próxima temporada española.

"Va a ser como siempre, allá donde se den las circunstancias de contratación torearemos y donde no se den, pues no torearemos. Donde se nos respeten las condiciones que uno se ha ganado en la plaza, allá sin duda, estaremos y donde no, no estaremos. Siempre es importante saber dónde uno va y de la manera que quiere uno ir y ojalá se den las circunstancias para poder torear en todas las ferias que nos gustaría".

Comentó que ya está en pláticas con las empresas de Sevilla y Madrid pero que, en la primera Feria de Fallas en Valencia, no hubo arreglo y no irá. Tuvimos varias reuniones, pero las circunstancias de contratación no fueron las que correspondían a toda la mi trayectoria en Valencia que es, además, una trayectoria muy larga, de muchos triunfos y de muchos percances en esa plaza. En este caso no se han dado las circunstancias para la contratación y no vamos a estar".

"Sevilla y Madrid se está haciendo ahora, ya ha habido alguna conversación, en Fallas tuvimos varias reuniones pero las circunstancias de contratación no fueron las que correspondían a toda la trayectoria mía en valencia que es además una trayectoria muy larga, de muchos triunfos y de muchos percances en esa plaza y es una de las plazas donde se tienen que dar las circunstancias idóneas para estar  porque se han hecho muchos motivos y en este caso no se han dado las circunstancias para la contratación y no vamos a estar".  

Recordó de su pasado reciente importantes triunfos como el de Bilbao en 2019, donde cortó cuatro orejas, hecho histórico que no se daba desde los tiempos de El Cordobés, o como el de Madrid, donde salió a hombros.

"No podría nombrarte una en especial, pero indudablemente la faena de las dos orejas del toro mío de Victoriano del Río en Madrid fue muy emotiva y especial, la verdad. He podido triunfar también en Sevilla y en muchas otras plazas". 

En México también ha recibido el reconocimiento y el aplauso del público en donde se ha podido presentar.

"He tenido la suerte de conectar en el año 2018 en Guadalajara, con un toro de Garfias de nombre ‘Tigre’ que me dejó torear y expresarme como yo lo siento. Los olés que se escucharon esa tarde fueron para mi imborrables, que siempre los voy a recordar".  

Como sus paisanos, también se refirió al temple del toro mexicano.

"El toro mexicano es el mejor toro del mundo cuando embiste, no creo que haya otro toro con un ritmo, con una embestida, con una entrega igual, excepto cuando ese toro no se da. Cuando pasa esto es un toro con muchas complicaciones que hay que cogerle muy bien el ritmo, entenderlo muy bien y para eso se necesita dedicarle muchas horas en el campo estando acá".  

A Paco Ureña le gustaría en un futuro pasar más tiempo en México, pero no solamente para venir a torear, sino también para vivir y disfrutar del país.

"Tengo la suerte de que pasé un buen tiempo en San Miguel Allende, conocer bien Guanajuato y muchas ciudades de acá, pero si es cierto que me falta tiempo de poder viajar o tener esas semanas de relajo en plan turístico para conocerlo más a fondo, que por supuesto es mi objetivo y si Dios quiere lo haremos con el tiempo, para disfrutar del país y su cultura ya que me gustaría que mi pequeña hija, Cataleya, sea una mexicana de adopción", finalizó.