En el toreo digo. ¿Una toma de conciencia, un regreso en el tiempo, una moda ¿Será cosa de la pandemia, que le ha pegado tan duro? No solo a su parte comercial, constante preocupación de la prensa, sino a la espiritual; doctrina, liturgia, estilo. Pues más que un espectáculo, una simple actividad económica, es un culto, un credo, un arte ritual, en el que resulta imposible desvincular lo uno de lo otro.
La economía manda, es columna central de la cultura, creencias incluidas. El día que a ella le sea más útil que dos más dos sean cinco, así será. Orwell lo ilustró con su novela 1984. Pragmatismo. La tierra fue plana tantos siglos.
Pero volvamos al ruedo. Impulsado por el éxito de los veteranos Antonio Ferrera y Morante de la Puebla, gran influencer, que comenzaron a desempolvar suertes viejas; éste, incluso, a vestirse y posar como los matadores del romanticismo, lo vintage parece hacer tendencia. Esa onda de copiar prendas de abuelos y abuelas, muebles anacrónicos y ornamentos de anticuario que el posmodernismo fatuo, complaciendo nostalgias consumistas, ha puesto tan en boga.
Y esto, por sí solo, podría sugerir una impostura, un recurso estilístico, el reciclaje pintoresco de un producto. Como aquellos en que abunda la publicidad, y que ofenden tanto a los que tienen el toreo por asunto serio, de vida o muerte, en el que pilchas y visajes aparte, la verdad está dada es por el toro, su trapío, integridad, fiereza.
Entonces, ¿qué alegar, ahora cuando las figuras en cuestión, como las de otrora, piden encerronas con santacolomas, albaserradas, vazqueños, de Prieto de la Cal, o sortear miuras en La Maestranza?
Estoy seguro de que por ahí más de uno andará deseando en silencio fracasos estruendosos, que refrenden sus melindres. Y de otro lado, quizá los que querrán poder insistir en que los toros de antes no son para los toreros de hoy.
Lo cierto es que la respuesta del público ha sido contundente. "No hay billetes" ya para El Puerto, y de seguro tampoco los habrá cuan pronto saquen la boletería para La Maestranza. Justificado. Eso es lo que de verdad está pasando. El toro. Cuidado.