Francisco Martínez no ha dejado de realizar una importante labor social alrededor de su profesión de matador de toros, y ayer aprovechó la ocasión para ofrecer una clínica a un grupo de más de 100 jóvenes pertenecientes a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, en la que les explicó los distintos aspectos de la tauromaquia.

En este encuentro tuvo lugar en la ganadería queretana de El Garambullo, donde el torero de San Miguel de Allende comenzó por la importancia de una vocación que, en dicho sentido, tiene mucho qué ver con los que estos aspirantes a sacerdotes están haciendo en la actualidad.

También habló de la disciplina, la técnica del toreo, y todas aquellas emociones y sentimientos que influyen en la vida de un torero, hecho que mantuvo el interés de unos jóvenes ávidos de saber más acerca de un arte del que, muchos de ellos, desconocían por completo y que atrapó su atención cuando Francisco les mostró sus ropa de torear y sus avíos y les mostró cómo se hacen las suertes básicas del toreo.

Al final, algunos de ellos se animaron a coger capotes y muletas para intentar trazar algún lance, lo que sin duda representó toda una experiencia que forma parte de su aprendizaje como seres humanos que también están en la búsqueda de esa interioridad para alcanzar su vocación sacerdotal.