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Gastón Santos, el decano de los rejoneadores

Lunes, 12 Jul 2021    AGS, Ags.    Xavier González Fisher | Foto: Archivo   
Cumple 90 años el centauro potosino que cubrió toda una época
Gastón Santos Pué nació en Tamuín, San Luis Potosí el 12 de julio de 1931. Es hijo de un connotado militar y político mexicano que fue diputado federal, senador y gobernador de su estado. Se educó en una academia militarizada en los Estados Unidos, donde encauzó su afición por los caballos, y ya de regreso en México siguió tomando clases de monta a la alta escuela.

En esas clases, como ha sucedido en muchos casos, se presentan ejercicios relacionados con suertes del rejoneo, y esos ejercicios y su afición por los toros llevaron al joven Gastón Santos a procurar a un buen instructor en el llamado "Arte de Marialva".

Es así que se traslada a Portugal y consigue que Joâo Branco Nuncio, una de las piedras angulares del rejoneo portugués moderno, a su vez discípulo de Antonio Luis Lopes y de Antonio Cañero le admita en su finca y le transmita sus conocimientos.

Será en el año de 1954, cuando considere el maestro Nuncio que su discípulo mexicano está listo para la siguiente etapa y le programa la alternativa en el coso de Campo Pequeño para el día 2 de septiembre, en un cartel en el que actuarán él mismo, el rejoneador Francisco Sepúlveda –también discípulo suyo– y los matadores de toros Diamantino Vizeu y Paco Mendes ante toros de Faustino da Gama.

El festejo se hizo público el día 28 de agosto cuando se anunció en las páginas del Diario de Lisboa y el día 30 de ese mes apareció la siguiente nota publicitaria:

"Jueves 2 de septiembre a las 22 horas, 8 hermosos toros 8 de variedad española de la ganadería acreditada en Excmo. Sr. Faustino da Gama. Una corrida que será memorable por su perfecta organización.

El Maestro JOÃO BRANCO NUNCIO Dará la alternativa de un torero al distinguido caballista mexicano GASTON SANTOS, de quien es íntimo amigo. FRANCISCO SEPULVEDA, Un artista tan querido por el público volverá a revelar sus méritos en el arte del toreo a caballo.

Pero por si esto fuera poco, los amigos de la Fiesta Brava tendrán la oportunidad de presenciar un sensacional mano a mano, que será inolvidable, entre nuestros dos grandes matadores portugueses.

DIAMANTINO VIZEU y FRANCISCO MENDES, cada uno con su propia característica individual son dos ases consagrados por la afición. Ambos tienen su estilo y también sus admiradores. El público, sin parcialidades, tiene ahora el momento de elegir su ídolo: ¿DIAMANTINO?, MENDES? Aquí está lo desconocido que se presenta a los aficionados.

El Excmo. Ricardo Rhodes Sergio dirigirá el distinguido Grupo de Forcados Amateurs de Santarém, cuyas tradiciones de valentía se han establecido desde hace mucho tiempo. La venta de entradas comienza hoy en la taquilla de Plaza de los Restauradores 7, Tel. 21712. Señores, los abonados deben recoger sus entradas antes del día 30 y 31. Después de este período, perderán el derecho a sus apartados".

El reclamo publicitario fue eficaz. Campo Pequeño tuvo un lleno esa noche y la actuación de los toreros a caballo fue exitosa. "El Terrible Pérez", cronista del Diario de Lisboa, refiere, el día después de la corrida, lo siguiente acerca de su actuación y de la alternativa de Gastón Santos:

"Campo Pequeño se llenó por segunda vez y, si pregunta por qué el queso tenía agujeros antes, cada uno atribuye el milagro a su propio tronco. Solo mediante un balance retroactivo, o la futura exclusión de nuevos elementos, se podría llegar a una conclusión que, de hecho, es más importante para la empresa y para los propietarios. Pero el partidismo prevalece, y afortunadamente, en cierta medida, y ayer, además de la riada, hubo debate de opiniones, llegando al punto de dar en el 6 y gritar a todo el mundo.

"Que la corrida fue a menudo animada, y los toros del Sr. Faustino da Gama, todos bien presentados y satisfaciendo a casi todos, se debe, en gran parte, al éxito de los toreros, empezando por el caballero Joâo Branco Nuncio, a quien le gusta la bravura de esta vacada, que en esta oportunidad le dio una apoteosis triunfal. Antes, le había dado la alternativa a Gastón Santos. Joven mexicano que lo eligió como maestro, y que se formó en el toreo ecuestre a la portuguesa, con casaca bordada y tricornio de plumas. Por todo ello, recibió bien merecidos elogios, el joven caballero fue aplaudido y brindado incluso por los valientes forçados amadores de Santarém, que brindaron, junto con Joâo Nuncio, por el exiliado Simâo da Veiga…"

Gastón Santos se convertía así en el primer rejoneador mexicano en ser alternativado en la primera plaza del mundo para el toreo a caballo. Y de allí arrancaría una carrera que terminaría tres décadas después, actuando en las principales plazas de México, España y Sudamérica. Se presentó en la Plaza México el 6 de marzo de 1955, precediendo a Luis Briones, Emilio Ortuño "Jumillano" y Juan Posada, que confirmaba su alternativa, en la lidia de cuatro toros de Ernesto Cuevas –uno para rejones– y tres de Tequisquiapan. El toro de su presentación se llamó "Antequerano".

Regresaría a Europa en 1963 y se presentaría en Sevilla y en Madrid. En la Maestranza incluso cortaría una oreja en su debut, el 12 de mayo, en una novillada en la que actuaron Luis Parra "Jerezano", Curro Montenegro y nuestro paisano Óscar Realme, que también debutaba. De su actuación allí, Manuel Olmedo Sánchez "Don Fabricio II", escribió en el ABC hispalense:

"El caballero en plaza Gastón Santos venía precedido de renombre, que justificó plenamente en su debut en la plaza del Arenal. Vistosamente ataviado a la federica, realizó montas notabilísimas, seguras y espectaculares, sobre corceles de bella estampa, que evidenciaron perfecta doma, a la par que demostró relevantes cualidades de lidiador, cuyos méritos encarecieron las condiciones de su enemigo, un novillo de don José Luis Hidalgo Rincón, distraído, de irregular embestida y quedado al final... Siempre hizo la reunión con habilidad y justeza y siempre clavó en lo alto. Una certera lanza de muerte acabó rápidamente con el novillo, del que, a petición unánime, le fue otorgada al caballero una oreja. Brillante presentación la del rejoneador mejicano, rubricada por admirativos clamores...".

El 23 de junio siguiente haría lo propio en Las Ventas en Madrid. Ahora en una corrida de toros con Antonio Chenel "Antoñete", Joaquín Bernadó y Rafael Chacarte. Los toros serían de Dolores de Juana de Cervantes para rejones y seis de Infante da Cámara para los de a pie. Una típica corrida del verano madrileño. 

Las crónicas se concentran en la alabanza de la bravura de los toros portugueses y reseñan con brevedad la actuación de quien ya era anunciado aquí en México como “El Centauro Potosino”, así, José María del Rey Caballero "Selipe", en la "Hoja del Lunes" del día siguiente a la corrida, dice:

"Abrió el espectáculo el rejoneador mejicano Gastón Santos, que salió vestido a la usanza de los caballeros en plaza portugueses; montó con soltura y dominio magníficos caballos, consintió al enemigo, emplazado, y clavó, con diversa suerte, arpones, banderillas y rejones de muerte; remató al enemigo pie a tierra. Creemos que puede alcanzar superior brillantez...".

Toreó también en Santa Cruz de Tenerife –donde abrió su campaña–, El Puerto de Santa María y Barcelona en esa campaña. Volvería a ruedos españoles en 1969.

Es en la década de los 70 cuando junto con don Pedro Louceiro impulsa la cultura del toreo a caballo entre los aficionados mexicanos. Así, logra que en la Feria de San Marcos de 1974 se incluya por primera vez una corrida de rejoneadores, que se celebró la noche del 22 de abril de ese año y en la que actuaron tanto Gastón Santos como don Pedro, junto con Felipe Zambrano y Jorge Hernández Andrés, en la lidia de toros de El Rocío y Las Huertas, en la que todos cortaron orejas. En este festejo, el caballo "Triunfador" de Gastón, resultó con una cornada de consideración.

Después, para los festejos del aniversario de la Plaza México en 1979, convencen al doctor Alfonso Gaona de dar una corrida "a la portuguesa"; es decir, con el paseíllo donde los rejoneadores parten plaza en carruajes, los toreros de a pie, salen por un costado, los forçados por el otro y se hacen las llamadas “cortesías”. Ese 4 de febrero, domingo, actuó junto con don Pedro Louceiro, Jesús Solórzano y el torero de color, originario de Mozambique, Ricardo Chibanga, que confirmaba su alternativa. Fue un espectáculo de gran lucimiento y que, atrajo a muchos aficionados y a una gran cantidad de curiosos.

El intento era para, decía, difundir la cultura del toreo a caballo, para quitarle el sambenito de ser una especie de añadido extraordinario o lúdico que poco o nada tenía que ver con lo que se podría considerar “el programa principal”, que sería el cartel de toreros a pie –aunque más de alguno haya utilizado rejoneadores con tal fin– y eso motivó que muchos jóvenes se interesaran primero, por aprender la monta a la alta escuela y, de allí, dar el paso hacia el toreo a caballo.

En nuestro país impulsó y defendió el sitio de los rejoneadores mexicanos. Creo que no es casualidad que sea precisamente el estado de San Luis Potosí donde se concentre una importante veta de dinastías de rejoneadores de renombre, con los que, curiosamente aquellos llegados de ultramar, en sus giras invernales, no gustan de alternar. Es sintomático, desde mediados del pasado siglo, que los toreros de a caballo que vienen de Europa, en pocas tardes actúan en carteles con los nuestros. 

Gastón Santos fue durante algo más de treinta años el representante más destacado del toreo a caballo de México. Cumple hoy noventa años de edad y con seguridad es el decano de los rejoneadores en el mundo. ¡Que los lleve de maravilla!


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