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La última tarde con mexicanos antes del boicot

Viernes, 11 Jun 2021    CDMX    Redacción | Foto: Archivo   
El 11 de junio en Murcia, con el maestro Fermín encabezando el cartel
El 11 de junio de 1936, hace exactamente 85 años, se celebró en Murcia la última corrida en la que participaron toreros mexicanos antes de que estallara el que Juan Belmonte dio en llamar "Boicot del miedo", que provocó el éxodo de los espadas aztecas que estaban haciendo temporada en España, capitaneados por el maestro Fermín Espinosa "Armillita".

En aquella corrida organizada en la plaza "La Condomina", actuaron Fermín Espinosa "Armillita", José González "Carnicerito" y Luis Castro "El Soldado", con toros de la ganadería de Villamarta.

Y no es que a la empresa de Murcia se la haya ocurrido programar un cartel con participación exclusiva de espadas aztecas, sino que tanto Carnicerito como El Soldado entraron a sustituir a Rafael Ponce "Rafaelillo" (tío abuelo de Enrique Ponce) y el bilbaíno Jaime Noaín, que se habían negado a torear con el maestro Armillita, al que el sindicato de toreros españoles, dirigido por Marcial Lalanda, meses atrás había comenzado su ofensiva en contra de los mexicanos.

De hecho, la corrida estuvo a punto de suspenderse y los rumores ahuyentaron al público, por lo que la plaza registró una entrada "regular" según la crónica aparecida al día siguiente en el diario ABC de Madrid. Sin embargo, el éxito fue grande, sobre todo para los dos espadas que llegaron a sustituir, ya que Carncerito le cortó el rabo al quinto y El Soldado al sexto, en medio del entusiasmo de la gente.

Así concluyó este capítulo tan tortuoso para los toreros mexicanos, que debieron regresar a México en esos días sin saber que, una cuantas semanas después, a mediados de julio, estallaría la Guerra Civil, un hecho que privó a los toreros españoles de dar continuidad a sus carreras con normalidad, durante los tres años que duró la aquella inolvidable contienda.

Y una vez rotas las relaciones taurinas entre ambos países, en México, sin toreros españoles a la vista, sobrevino una circunstancial independencia taurina en medio de la que floreció la Época de Oro del toreo en este país, y que se prolongó por espacio de unos ocho años, cuando un puñado de grandes figuras del toreo sostuvieron el espectáculo.

El convenio taurino entre ambos países se firmó en julio de 1944, y fue Carlos Arruza el primer torero mexicano en torear en Las Ventas de Madrid aquel 18 de julio en que cortó dos orejas a un toro de Muriel y, de la noche a la mañana, se convirtió en un torero muy interesante que en 1945 sostuvo una gran rivalidad con Manuel Rodríguez "Manolete".


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