La Hermandad de la Macarena de Sevilla develó en días pasados un monumento dedicado a la memoria de
con motivo del centenario de su muerte, que se cumplió el 16 de mayo de 2020, pero su escaso parecido con el torero de Gelves ha provocado controversia.
Porque no sólo se trata del rostro o de aquella heredada alopecia que ya mostraba
Joselito El Gallo antes de su muerte en Talavera, a la edad de 25 años, sino tampoco la complexión del cuerpo o la forma de sus piernas, ya un tanto corvas de las pantorrillas debida a su gran afición a montar a caballo, que prodigó con maestría en los tentaderos a campo abierto.
La figura de Gallito está colocada sobre un pedestal de granito y mármol verde, donde reza la siguiente inscripción: "A José Gómez Ortega, Gallito, hermano macareno ejemplar, rey de los toreros y héroe del pueblo, comprometido con los más desfavorecidos, generoso benefactor de esta Hermandad del barrio de la Macarena, y ferviente devoto de la Santísima Virgen de la Esperanza. La Hermandad de la Macarena, en reconocimiento y gratitud perpetuos".
Autoridades de gobierno, académicas y culturales, estuvieron presentes en un acto muy emotivo, que fue amenizado por la Banda Municipal Sinfónica de Sevilla, pero que no terminó de convencer a aquellos que no encontraron parecido con el mandón de la Edad de Oro, que mira hacia la Basílica desde la Plaza de la Esperanza Macarena.
La estatua es de la autoría de Manuel Martín Nieto, sobre el que están cayendo todas las críticas y los memes, pues a diferencia de otros monumentos taurinos colocados en las inmediaciones de la Maestranza, como son el de Curro Romero (obra de Sebastián Santos Calero, 2001), o la de Manolo Vázquez (hecha por Luis Álvarez Duarte, 2005), la de Gallito no se parece casi nada. Una pena.