El novillero Manuel Perera, el banderillero Juan José Domínguez y el matador Pablo Aguado, heridos en ese orden en el Palacio de Vistalegre de Madrid, han presentado una notable evolución en sus respectivos estados de salud, y están deseosos de dejar el Hospital de Nuestra Señora del Rosario de Madrid, donde permanecen ingresados.

Domínguez, banderillero de la cuadrilla de Andrés Roca Rey es, junto con Perera, uno de los que más graves han pasado por el quirófano del coso y que han sido operados satisfactoriamente por el doctor Enrique Crespo Rubio y su equipo médico, que en los últimos días han tenido mucho trabajo.  

"Los heridos evolucionan bien", dijo el galeno, y con esto se da tranquilidad a los propios pacientes y a su círculo cercano de familiares y amigos.  

El banderillero fue herido en el hemitórax izquierdo el pasado miércoles 19, tras ser embestido de fea forma luego de colocar un par de banderillas. Tiene además dos costillas fracturadas, sin desplazamiento y mucho dolor en la zona, además de que continúa con los tubos de drene en la herida, que provocó una gran alarma por lo aparatosa que había sido la cornada.

El lunes 17, el novillero Perera resultó con una grave cornada penetrante de vientre al entrar a matar al tercer astado de la tarde, primero de su lote, de la ganadería de El Freixo. "Manuel Perera está más animado y menos dolorido", dijo el doctor Crespo.  

Finalmente, Pablo Aguado, quien también fue herido en el tercio superior del muslo derecho al entrar a matar al sexto toro del encierro en el mano a mano con Roca Rey también el reciente miércoles 19. Está evolucionando de manera satisfactoria y luego de que le sean retirados los últimos tubos de canalización, podrá ser dado de alta este sábado.