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Inauguran actividades del CART

Domingo, 14 Mar 2021    CDMX    Redacción | Foto: Prensa CT      
El maestro Eloy Cavazos apadrinó este primer encuentro
El Centro de Alto Rendimiento Taurino (CART) inauguró sus actividades en la ganadería de Pablo Moreno, donde el maestro Eloy Cavazos fungió como padrino de una ceremonia en la que estuvieron los alumnos provenientes de distintos países taurinos y los directivos de este centro de enseñanza.

Y así lo vivió Felipe Aceves, nuestro corresponsal en Guadalajara:

Reza una frase, plena de sabiduría: hechos son amores, y no buenas razones. Así lo cumplen Fomento Cultural Tauromaquia Hispanoamericana y Casa Toreros, conducida la primera, por el ganadero, Juan Pablo Corona, y Pablo Moreno (también ganadero) en la casa de apoderamiento y empresa taurina.

No recuerdo, en mis casi sesenta años como aficionado a los toros, un proyecto que haya sido capaz de conjuntar, la amplísima serie de voluntades, como las que han fusionado, los arriba mencionados. Ellos han sido capaces de unir al proyecto, a matadores de toros activos y en el retiro, artistas plásticos, ganaderos, empresarios, muchísimos aficionados, quienes aportan además, fondos económicos… ¡canta-autores! que enfocan su inspiración al segmento de jóvenes, como ellos. Huelga señalar la importancia que esto tiene para nuestra amada fiesta. Reunieron también, a más de 50 patrocinadores que han otorgado, desde apoyos monetarios, promocionales, publicitarios, y hasta en especie.

En nuestra Fiesta de México ha habido proyectos importantes, algunos de ellos realizados, a título personal de grandes aficionados, otros, a nombre de empresas comerciales, que han sido exitosos y de gran valía, incluso, para el toreo mundial. Sí. Pero la verdad sea dicha, este ambicioso proyecto –no es para menos– sin lugar a dudas, como suele acontecer en la fiesta brava, los aficionados de todo el planeta de los toros, van a hacerlo suyo. Al tiempo.

Hablo del Centro de Alto Rendimiento Taurino (CART), inaugurado éste sábado 13 de marzo. Un proyecto, por demás ambicioso… y enormemente esperanzador, que fue inicia en la dehesa Pablo Moreno situada cerca de la población de Santa Lucía, en el estado de Jalisco.
Como los centros de otras disciplinas, también es una "concentración" en la que, durante dos meses, los más de sesenta novilleros de 6 países: Colombia, Ecuador, España, México, Perú y Portugal recibirán de forma intensiva conocimientos taurinos, de historia, fortísima capacitación físico/atlética, y especialmente, de valores humanos que los ayuden a fortalecer los valores del ser humano.

La ceremonia de inauguración

Por demás emotivo fue el arranque de actividades. Es la materialización del trabajo previo (todo un año) de todos los participantes (enamorados) del proyecto. Es una razón justificada.
La cita fue en el ruedo de tientas de la dehesa de Pablo Moreno –sede de la concentración– y dio inicio al mediodía, con un desfile de los participantes, quienes portaban la bandera correspondiente a su país. Durante el trayecto para tomar su lugar en el ruedo sonaban las notas del Himno Nacional de su país correspondiente (piel chinita).

Enseguida, el Director General, Anwar Farías dio la bienvenida a quienes asistimos al acto. Entre otras cosas importantes mencionó: no es una Escuela taurina. Buscamos que cada país tenga un torero que lleve gente a las plazas. Con dificultades contuvo su emoción.

Durante su intervención, el matador de toros, Juan José Padilla, Director Artístico, afirmó: "para ser torero, el camino es largo y complicado. Y para ser figura, se necesita casi un milagro; pero con disciplina, perseverancia y dedicación, os puedo asegurar que los milagros son posibles ¡Yo los he vivido en mis propias carnes!"

En una festividad de aficionados tiene –ciertamente– que debe haber toros. Los 4 ejemplares de la casa de Pablo Moreno fueron buenos. Claro, unos más que otros; pero los matadores, Oliver Godoy (México), Manuel Díaz Gomes (Portugal), Juan de Castilla (Colombia), y Tomás Cerqueira (Francia), pusieron la muestra a los alumnos, que sentados en las tapias del tentadero, no perdían detalle.

Los anfitriones agradecieron la presencia del cónclave. Trataron de compartirnos la enorme lista de quienes, irrestrictamente, han apoyado el CART. Todos nos hemos enamorado de la posibilidad de ver surgir una figura del toreo en cada uno de los seis países.

Las emociones no acababan. Eloy Cavazos, que en su oportunidad dará una charla a los concentrados, nos compartió un esbozo, acerca de lo que buscaría concientizarles: cuando yo de niño comencé a querer ser torero, en casa había muy poco para llevar a la boca. Que un ganadero nos permitiera darle un capotazo a una de sus vacas era un sueño ¿Una cornada? Ni pensarlo; cada curita, cada algodón, cada curación significaba quitarle el pan de la boca a mi familia. Ahora tendrán de todo ¡eso tienen que apreciarlo! ¡Tienen que saber valorarlo! Que se reflejen en Juan José Padilla. Tiene, como torero, toda la autoridad moral. Nadie le platica de cornadas. De esfuerzos. De sacrificios. Eso, precisamente es de lo que voy a hablarles.

Cabe destacar la participación de Pedro Alonso, director del CITAR (Centro Internacional de Tauromaquia y Alto rendimiento) cercano a Guadalajara, España, quien funge como Director Académico Adjunto Honorario. En ese centro han estado jóvenes mexicanos, (me viene a la memoria, Leo Valadez) y en el proyecto que nos ocupa, se encuentran un par de sus alumnos (mexicanos de Aguascalientes, al igual que Leo).

Otro acierto: la presentación de un tema "oficial" compuesto –e interpretado– por el artista tapatío Ro Fernández: "Alma de Torero". Me gustó, sobre todo, que está ideal para los jóvenes aficionados, un sector descuidado por todos.

La subasta de obra taurina

El broche de oro fue la subasta de obras, por demás interesantes y valiosas, organizada por la Mimí Mendoza Art Gallery. Piezas realizadas en técnicas diferentes de muchos artistas (desde acuarela, hasta esculturas en resina), entre ellos, Carlos Ruano Llopis, Roberto Domingo, Reynaldo Torres, Isabel Garfias, etc. La mayoría de ellas, donadas como aporte a los trabajos del CART. Y cuando nos retiramos fuimos obsequiados con un paquete de libros publicados por FCTH.

Hoy, a varias horas de haber vivido el evento, aún dura la emoción. Y la esperanza compartida con todo el equipo del CART estará vigente. Sin duda alguna. Enhorabuena a todos los involucrados en este gran esfuerzo.


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