La actividad taurina en México escasea debido a las restricciones sanitarias derivadas de la pandemia, y a casi un año de haberse celebrado el último festejo antes del comienzo de esta desgracia, que se ha cobrado la vida de miles de personas, son pocas las plazas de toros que han dado corridas o novilladas formales, mismas que se pueden contar con los dedos de una mano.
Acorde a su talante de estados reconocidos como "muy taurinos", tanto Tlaxcala como Aguascalientes han sido las regiones donde se realizaron una mayor cantidad de festejos de todo tipo, siendo aquellos de septiembre en la Finca Cuatro Caminos de Arturo Macías, los que dejaron entrever que se podía hacer algo por la recuperación de la Fiesta.
También el Estado de México ha contribuido a la causa, con esas novilladas de la AMTAC en el Cortijo Los Ibelles, así como los festivales y corridas que se programaron en la plaza de Cinco Villas, donde los toreros actuaron vestidos de luces.
Entretanto, la inmensa mayoría de los ganaderos se han visto obligados a matar toros y novillos a puerta cerrada, ya sea en la plaza de tientas de sus respectivos ranchos o en plazas de toros de distintas localidades, con tal de no enviarlos al rastro sin verlos lidiar y tomar nota de su conducta, un dato que siempre resulta revelador para el complejo trabajo genético de una ganadería.
Y así es como se ha ido "quemando" la producción de ganado destinado a la parte final de la temporada pasada, y también a la que debió haber comenzado en agosto de 2020, y que en unos tres meses, es decir, al concluir la frustrada Feria de Aguascalientes de 2021, debería estar llegando a su final.
En otros casos, algunos empresarios han tenido que ir sacando los toros que ya tenían comprados para sus respectivas ferias, y así como se han montado algunas corridas sueltas, como es el caso las dos que habrá de forma consecutiva el próximo fin de semana en la plaza "La Taurina" de Huamantla, donde resulta paradójico que en un lapso de cuatro meses se han organizado cuatro corridas, casi las mismas que se dejaron de dar en la feria de agosto del año pasado.
Actualmente sería complicado predecir cuándo volverá esa relativa "nueva normalidad" para que la actividad taurina comience a incrementarse, y el público acuda en mayor número a los tendidos, aunque se trate de aforos reducidos.
Por ahí ya levantó la mano Joselito Adame, que ha hecho un llamado de unidad a través del que pretende crear conciencia entre sus compañeros, pues ahora más que nunca se requiere que todos echemos la mano con lo que se pueda, y de esa manera las condiciones mejoren para nuestro sector de cara a los próximos meses, siempre y cuando exista buena voluntad de los empresarios para tratar de abrir más plazas.