La rebatinga política alrededor de las elecciones del próximo 6 de junio comenzó desde hace varias semanas, y es lógico que ciertos pre candidatos a distintos puestos de elección popular, aprovechen la coyuntura para encabezar cruzadas antitaurinas como la que emprendió la alcaldesa Claudia Rivera de Puebla, que será votada por el Cabildo el próximo miércoles 17 de febrero.

El debate social que generan los toros siempre provoca atención mediática, que es lo que buscan estos políticos oportunistas, como es también el caso de Saraí Ornelas Álvarez, la representante ejecutiva del Partido Verde en Aguascalientes, que recientemente despotricó en contra de la Fiesta Brava y también pretende que sea prohibida.

El que un portal como éste publique información acerca de este tema, se debe a la intención de poner en la mira de los aficionados y, sobre todo, de los profesionales, a los enemigos a los que hay que tener vigilados para tratar de neutralizarlos.

Porque escudados en distintas argucias, aleccionados legalmente por los grupos animalistas, algunos de estos personajes se valen de cualquier justificación jurídica para meter goles como el de Sinaloa, que de un día para otro despertó con la noticia de que las corridas de toros habían sido prohibidas, tal y como ya lo están en Guerrero, Sonora o Coahuila.

Parece improbable que la ley prohibicionista se revierta en Sinaloa, no obstante que el gobernador Quirino Ordaz haya prometido que la va vetar. Y es que el simple hecho de haberlo mencionado, ya le metió presión por parte de los animalistas, algunos de ellos capitaneados por personajes muy visibles como el comediante Eugenio Derbez, que con un reciente mensaje está intentando comprometer públicamente al gobernador a que no dé marcha atrás a la Ley aprobada.

En el fondo, las iniciativas de leyes consideradas como antitaurinas deben de atacarse con suma rapidez, inteligencia y discreción, procurando anteponerse a cada uno de esos movimientos arteros antes de que sea demasiado tarde, mediante un hábil trabajo de cabildeo político y acciones legales, que obligan a hilar muy fino.

De otra manera, ventilar estos asuntos en los medios sólo aumenta el grado de crispación y genera un caldo de cultivo propicio para que los políticos se salgan con la suya, como quiere hacerlo la alcaldesa de Puebla en los días por venir, y todo con el objetivo de ganar votos en su intento de reelección como presidenta municipal.

Y es que cualquier noticia relacionada con una prohibición taurina suele publicarse de manera amplificada, y su difusión resulta muy negativa para la fiesta de los toros, tanto como aquella de Cataluña de 2010 que hizo creer a muchísimos despistados que los toros habían sido prohibidos en toda España.