La película "Aprendiendo a morir" fue protagonizada por Manuel Benítez "El Cordobés" en 1962, un filme que contó con la dirección de Pedro Lazaga y un guión a cargo de Tico Medina, que configuró un personaje exclusivo para Benítez, en ese entonces convertido en un torero "Ye-Yé" por excelencia.
A decir de Tatjana Pavlovic, la vida de Benítez encajaba con esa tradición de películas españolas de "huérfanos con encanto", puestas de moda por Joselito y Marisol, un filme con narrativa en la que un aspirante a base de talento y temeridad escapa de su origen humilde para consagrarse como una gran promesa del toreo.
Un melodrama puro sobrecargado de emociones con un protagonista emanado de la miseria donde su verborrea y encanto serán elementos que lo ayudan a sobresalir, sea la señora que lo lleva en su coche cuando le ve caminando a pie, o bien, una pareja que le esconde de la Guardia Civil que lo persigue por caer como espontáneo.
Pieza basada en oposiciones como el no triunfo y el sí percance que provoca que una monja lo cuide y lo enseñe a a leer, universo fílmico donde el torero rehúye a la caridad, incluso en las situaciones de mayor apremio con un clímax que aparece cuando tiene oportunidad de demostrar su talento.
Para no variar en la línea temática dentro de este tipo de filmes, El Cordobés se enamora de una joven que estudia para ser maestra, ella posee un estatus social mayor al del torero pero éste cuando triunfa le pide su mano en matrimonio, en opinión de Raúl del Pozo, con Manuel Benítez se perdió el culto a la fiera y se inauguró la elevación de los toreros.
Quizá una de las claves de la popularidad del torero fue su capacidad de pertenecer a los círculos más elitistas, sin olvidar sus raíces, mientras que el escritor Carlos Fernández Cuenca lo calificó como: "un actor de maravillosas dotes fotogénicas y de una expresión riquísima, capaz de traducir los más variados y difíciles sentimientos con refinada sobriedad".
El Cordobés, sencillamente, representa una radiografía de España una metáfora que sirve de trampolín para la superación de los traumas del pasado, donde la aspiración juega como virtud principal en lo que engloba un capítulo imprescindible de la crónica sentimental de España en la segunda mitad del siglo XX.
Bibliografía:
Del Pozo, Raúl y Bardón, Diego. "El baúl de astracán. El regreso de El Cordobés". Ediciones Zeta. Barcelona 1980.
Fernández Cuenca. "Toros y Toreros en la pantalla". San Sebastián: XI Festival Internacional del Cine, Selección de Actividades Culturales. 1963.
Pavlovic, Tatjana. "De Movile Nation: España cambia de piel (1954-1964)", Bristol, 2011.