El amparo que ganó la empresa de la Plaza México le permitiría integrar un cartel exclusivamente con toreros extranjeros sin que la Ley para la celebración de Espectáculos Públicos se lo impida. Y aunque esta resolución a su favor es del año 2018, fue hasta el reciente 23 de octubre cuando los tribunales federales publicaron la tesis resultante del juicio.

Este asunto viene a ser el desenlace de una multa que se le había impuesto por haber organizado varias corridas con carteles en los que hubo mayoría extranjera, durante la Temporada Grande 2016-2017. Sin embargo, cabe mencionar que de la totalidad de puestos asignados en esa campaña (que fueron 46), 29 los ocuparon los toreros mexicanos y 17 los extranjeros. Esto quiere decir que hubo un porcentaje de más del 63 por ciento de mayoría mexicana, así que, el hecho de dar cuatro carteles con dos extranjeros, en nada afectó el resultado final de la ecuación. Y vale la pena aclararlo.

Pero fueron precisamente esas corridas puntuales las que alertaron a la Alcaldía Benito Juárez para interponer una multa que, al final, Tauroplaza México no se vio obligada a cumplir, por la sencilla razón de que la autoridad correspondiente acabó por darle la razón.

Paradójicamente, la empresa terminó por conseguir un cambio muy significativo en la aplicación de esta Ley, y la posibilidad, para el aficionado, de ofrecerle carteles inéditos en un futuro. ¿Se imaginan un mano a mano entre Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura?, por ejemplo; ¿o una encerrona de José Tomás? Desde luego que estas sólo son meras suposiciones fáciles de escribir en un trozo de papel... pero se vale soñar, porqué no.

Contar con dicha posibilidad no significa que la empresa tenga la intención de extranjerizar la Fiesta en la capital, ya que es consciente, hoy más que nunca, de la necesidad de promover el surgimiento y consolidación de los nuevos valores nacionales, para que el relevo generacional no se detenga. Aunque en un momento dado, sí es una ventaja contar con la autorización para dar rienda suelta a la libre contratación de extranjeros en un mismo cartel, y poder programar determinadas corridas que tendrían un carácter de verdadero acontecimiento histórico.

Pero esta posibilidad ahora mismo no es relevante en medio de la crisis provocada por la pandemia, ya que hoy día las circunstancias están dadas para que haya un resurgimiento de los toreros mexicanos, y pensar de puertas adentro, todos tirando hacia el mismo lado, a fin de no dejar morir a la Fiesta y minimizar los daños que esta grave problemática sanitaria –y también económica– está causando en nuestro sector.