Un emotivo festival taurino se llevó a cabo en la ganadería de Joaquín Aguilar, en el campo bravo guanajuatense, ante un selecto grupo de aficionados con ganas de disfrutar su pasión, que llegaron a este hermoso lugar para disfrutar de una buena tarde de toros.

Abrió el festejo el novillero capitalino avecindado en Aguascalientes Diego Garmendia, ante un novillo con calidad y clase con el que lució de capa y en banderillas para después cuajar una faena templada y con detalles de torería, para culminar con una estocada en buen sitio y pasear una oreja.

Siguió el turno del matador Marcial Herce, ante un novillo que fue bravo pero con calidad, con el que lució a la verónica con temple y buen gusto. Invitó a banderillear a los matadores Israel Téllez y Francisco Martínez en lo que fue un emocionante tercio de banderillas, pues ambos estaban vestidos de paisanos y bajaron al ruedo a cumplir con la invitación.

Ya con la muleta, después de brindar a su equipo de trabajo del restaurante "Tupinamba", Marcial hizo una faena que fue a más. Los muletazos tuvieron temple y con sentimiento, y calaron en el púbico. Culminó de estocada un tanto caída pero suficiente para cortar una oreja.

Al final tocó turno del aficionado práctico Emilio Méndez, quien realizó una labor de tienta a una vaca que tenía fijeza pero le costaba humillar. La recibió a porta gayola para recordar al maestro Rodolfo Rodríguez "El Pana", realizando la suerte de "La Tlaxcalteca" con el capote a la espalda. Después de colocar a la becerra en suerte frente al picador, Emilio ejecutó un quite por gaoneras, antes de realizar una faena vistosa, de la que destacaron varios detalles como cambios de mano o trincherazos.

Una vez culminado el festival, la gente pudo disfrutar de las delicias gastronómicas de "El Tupinamba", del Flamenco y de un gran ambiente para mantener viva la afición por la tauromaquia.