Libros: "Arte y tauromaquia"
Viernes, 18 Sep 2020
Morelia, Mich.
Quetzal Rodríguez | Infografía: LM
"...Era tratado en una universidad con un nivel de reflexión..."
La Universidad Internacional Menéndez Pelayo, entregó al mundo académico y taurino la obra titulada "Arte y Tauromaquia", una serie de conferencias que fueron dictadas al interior del Palacio de la Magdalena, en un volumen que recoge ocho de las once exposiciones que entonces se presentaron.
Es preciso señalar que esta fue la primera ocasión en que un tema de especial relevancia dentro de la cultura mediterránea, como lo es la tauromaquia, era tratado en una universidad con un nivel de reflexión, argumento y rigor de perspectivas eminentemente académicas que el caso se requería.
Un grupo de especialistas de primer orden encabezados por el escritor y pintor surrealista Antonio Saura, con su ponencia "La fiesta por dentro", se abrió paso para rastrear las sombras primigenias que aluden al mundo táurico. El torero en consonancia con el pintor, en línea delgada de crear tanto la irrepetible maravilla como el espantoso desastre.
Pedro Romero de Solís y el análisis sobre el papel de la nobleza con su aportación histórica del toro bravo para la denominada lidia moderna. Por su parte, el periodista José Carlos Arévalo tomó a Antonio Chenel "Antoñete" como eje central para disertar sobre la geometría del toreo y la posibilidad permanente de que el diestro realice al toro aquellas preguntas que la lidia le obliga.
El torero como un héroe literario, un personaje que alcanza el protagonismo a mediados del siglo XIX, que nace con una psicología propia, influido por esencias genuinas y castizas con un enfermizo hábito de victoria, aire dionisiaco, y un lenguaje cargado de pintorescas metáforas que configuran su halo exterminador.
El aficionado taurino y su eterno deseo del presenciar aquello irrecuperable, un espectador que está ligado de manera íntima ante la finitud de la faena. Las páginas estelares las protagonizan los famosos encierros de San Fermín vistos y analizados desde el fondo, desde sus entrañas, donde el bien recordado Julen Madina ya era la pieza clave del engranaje.
La pintura y su histórico maridaje con la fiesta de los toros, la muerte del torero que evoca en la pintura la muerte de la pintura misma. Un epílogo estelarizado por José Gómez Ortega "Joselito El Gallo", que como todos los héroes clásicos mueren en plena juventud y perfecto estado de salud, en la gloria misma que alcanzará hasta la eternidad.
Biografía:
"Arte y Tauromaquia". Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Ediciones Turner. Madrid. 1983.
Comparte la noticia