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La tauromaquia en la posmodernidad (II)

Viernes, 28 Ago 2020    CDMX    Mary Carmen Chávez Rivadeneyra | Infograma: LM   
"...el toro ha vivido la historia de la humanidad, desde la edad..."
Damos continuidad al artículo redactado por la socióloga Mary Carmen Chávez Rivadeneyra, en el que explica las raíces históricas y culturales de la tauromaquia, pero desde la perspectiva de la sociología, teniendo como fundamento la teoría de Zygmunt

...II.- La tauromaquia entre lo sólido y lo líquido.

"Todo lo sólido se desvanece en el aire", es el título de un libro de Marshall Berman, publicado por primera vez en Nueva York en 1982. Imposible no citarlo como parte de una obra  dedicada a indagar el modernismo y la modernidad, que siempre ha sido un concepto “volátil”, por todo los cambios políticos, sociales, económicos; sin dejar de lado la ciencia y el arte que impactaron en su momento, en donde también transitan varias formas importantes a considerar como parte de un contexto, que pocos pueden imaginar y se filtra en la vida, en el mismo espíritu del tiempo, en el toreo por ser un arte, ya que fueron hechos determinantes a esta década, que tuvo un devenir complejo, citando el periodo sucesivo del matador Manolo Martínez, uno de los llamados "mandones del toreo", que también dejó caer considerables signos de interrogación en los tendidos de las plazas.

Varios autores convergen en teorías, hoy en día, que colocan a la fiesta de los toros como fenómeno social usando el lenguaje que define el momento actual, se puede decir que también ha transitado entre lo "sólido" y lo "líquido"  ya que tuvo  que pasar por un proceso de formación que le dio un lugar pero también, se ha diluido en etapas que la han afectado por su propio manejo interno, hasta por procesos de dictaduras que la han llevado a crisis y estados de coma.

¿Cómo describir a un matador de toros en la actualidad? ¿Por qué las plazas agrupan a miles de aficionados, pero también otras están semivacías, cerradas o en ruinas? ¿Por qué incomoda tanto a los grupos de choque, que con ácidos discursos agreden al aficionado como para planear estrategias llenas de prohibicionismo?

Puedo aplicar múltiples conceptos "líquidos" relacionando el hecho social taurómaco, y con dichas aproximaciones se sitúan los enfoques que conforman la  teoría, en que pareciera que en este tiempo nos diluye en el delirio existencial de la vida contemporánea.

El toro ha vivido la historia de la humanidad, desde la edad antigua, media, moderna y posmoderna. La tauromaquia creó la necesidad de tener un organismo social, político y económico. Si viajamos en el tiempo, sus procesos le dieron una estructura, aquella época de bronce, oro y plata, que como los mismos metales, también al fundirse se diluyen, simbólicamente significa que su esencia es materia prima  en amplios temas de estudio, desde la lógica y lo ilógico que pareciera ser para algunos el ritual de sacrificio, en donde hay un fluir de sangre, que a la vez es símbolo de vida y muerte.

El toro y su público ecléctico, que converge en la plaza en una escala de estratificación social, siempre representa una actividad de profundos significados es un legado cultural que se ha adaptado, incluso readaptado, moldeando todas sus transformaciones, e impregnando la idiosincrasia de los países en activo, sin embargo, para muchos otros grupos, siempre ha tenido un halo incognoscible.

Quizá esto la hace "líquida", al filtrarse en toda una corriente de cuestionamientos y de inquietudes que interrogan a un gran sector, más a la juventud, que no descubre más allá del iceberg sin mirar detalladamente el fenómeno que representa y el profundo océano táurico que va de azul marino y oro.

Para seguir este oleaje, recordemos que todo fue teniendo un motivo; el toreo bélico fue decisivo en su transformación, el uso de  lanzas y rejones lo que es más, hasta llegar a enfrentar al toro en un encuentro de poder a poder, en un estado de aproximación más estrecho.

Los toreros, nuestros héroes de batallas, desarrollaron su creatividad en este arte, con aportaciones trascendentes, como en su momento lo hizo la propuesta de José Delgado "Pepe-Hillo" (1754-1801), Francisco Montes "Paquiro" (1805-1851), Manuel García "El Espartero" (1865-1894), Francisco Arjona "Cúchares" (1818-1868). Tanto los matadores mencionados entre  otros más, fueron ejes fundamentales para darle mayor entidad, transformación y fluidez a las corridas de toros.

Cito a José Alameda, en su libro "La pantorrilla de Florinda y el origen bélico del toreo":

"El hombre que plantó, sin sospecharlo, la semilla del toreo moderno fue Rafael Guerra Guerrita, gran torero cordobés. Los resultados del afinamiento del toro (tipo "estándar", líneas redondeadas, encornadura, más reducida) comenzaron a verse en los años que precedieron a la Primera Guerra Mundial, cuando se estaba yendo "Bombita" y "Machaquito", cuando ya eran matadores "El Gallo" y Gaona, cuando empezaba Joselito y Belmonte. Había ya entonces un hecho nuevo, existía el toreo moderno, producto artificial de la selección". 

Desde entonces, José Alameda ya habla del concepto de moderno. Destaca los tiempos de asentamiento de instrumentos usados en la lidia como parte de los acontecimientos que tejen la historia: la lanza como arma de guerra, el rejón que sustituye la lanza, y que ya es un instrumento taurino y la espada para la suerte suprema.

Importante seguimiento del avance histórico de los objetos en la sociedad y su uso en el ritual de sacrificio que van conformando esa solidez de la lidia.

Cabe destacar que si bien es cierto que cada instrumento era importante, también lo era la destreza para usarlos y la creatividad que tenía cada diestro.

Importante fue el entendimiento y trabajo de los ganaderos, en esa dedicación que tuvieron de seleccionar toros, establecer las primeras dehesas, e ir comprendiendo la etología de los astados, su capacidad de bravura, la selección de la sangre, que con el tiempo, dieron nombre, a “los encastes”, nacieron "hierros" y hasta esas divisas, entre alegres y serias cargadas de simbolismo, que distinguían cada casa ganadera, en sí, todo un culto al toro de lidia como especie animal, tan sui generis.

Una vez que la tauromaquia hizo su arduo trabajo trasatlántico y se instauró poco a poco, no podemos olvidar el impacto y la inquietud que tuvo la presencia del toro de lidia entre la sociedad, el asombro era tal que favoreció intentar un mayor acercamiento, y preservarlo, por lo que su cuidado se hizo de una manera profunda y comprometida... (Continuará el próximo viernes).


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