La estricta normativa impuesta por la Junta de Andalucía para la celebración de espectáculos taurinos, ha generado mucha polémica y distintas decisiones entre los empresarios que tenían -o tiene- previsto celebrar festejos en las próximas semanas.

La empresa Reyma Taurino de Linares ha decidido cancelar las dos corridas anunciadas en su feria de San Agustín, que iba a llevarse a cabo el sábado 29 y el domingo 30 de agosto, respectivamente, pues resulta inviable dar toros con un aforo tan reducido, luego de la obligatoriedad de dejar libre una fila de cada tendido a fin de cumplir con la "sana distancia" de 1.5 metros entre cada espectador.

En cambio, el empresario Carmelo García, gestor de la plaza de Sanlúcar de Barrameda, situada en la provincia de Cádiz, mantiene firme la intención de dar la II Corrida Magallánica, anunciada para este sábado 22 de agosto con un cartel compuesto por Manuel Escribano, Daniel Luque y Pepe Moral.

Y para poder realizarse, la empresa tendrá que implementar una reestructura de la venta de la plaza, por lo que comenzará una devolución de los boletos que ya habían sido adquiridos, con la finalidad de hacer un nuevo "mapeo" de los tendidos y aplicar la normativa en cuestión, señalando donde sí y donde no podrá sentarse el público.

Esta medida atiende a que los boletos ya estaban vendidos y su emisión se ajustaba al 50 por ciento del aforo permitido (sin la obligación de mantener una distancia específica entre cada espectador), tal y como en su día lo hizo la empresa "Lances de Futuro", de José María Garzón, El Puerto de Santa María y que tanto revuelo ha provocado inclusive en al interior del sector taurino, donde la Asociación Nacional de Organizaciones Taurinas (ANOET, por sus siglas), le abrió un expediente para investigar detalles del caso y revisar si merece o no ser sancionada.