Han pasado 33 años de la mortal cornada que sufrió el maestro colombiano Pepe Cáceres, acontecida el 20 de julio de 1987 en la plaza de Sogamoso, Colombia, dentro de la Feria del Sol, percance inferido por el toro llamado "Monín", de la ganadería San Esteban de Ovejas.
La cornada sucedió al entrar a matar y el pitón de "Monín" entró por el tórax, causando daños múltiples. Cáceres murió varios días después, el 16 de agosto de aquel año, en la Clínica Santa Fe de Bogotá.
Reproducimos un fragmento de la nota publicada el 18 de agosto de 1987 por el diario El País:
"Varias intervenciones quirúrgicas y toda la asistencia de la unidad de cuidados intensivos de la clínica, una de las más modernas del país, no pudieron salvarle de la cornada, que le destrozó un pulmón y le causó fracturas múltiples de esternón y costillas, además de otras graves lesiones internas. Los médicos que le atendieron explicaron que desde hacía dos semanas la insuficiencia respiratoria del diestro demostró ser irreversible.
"Después de una segunda intervención quirúrgica en Bogotá, tras una primera practicada en Sogamoso, Cáceres despertó, pidió papel y lápiz, dado que no podía hablar, y preguntó: "¿Maté al toro? ¿Me dieron las orejas? ¿Ya pagaron a las cuadrillas?.
"El miembro de la cuadrilla al que hizo estas preguntas le respondió afirmativamente, aunque Cáceres no llegó a matar al toro. La faena con Monín, segundo de la tarde, tuvo que ser terminada por el español Antonio José Galán, con grandes dificultades. Posteriormente, Galán afirmó que el toro ya había sido toreado".
José Humberto Eslava, "Pepe Cáceres", nació en Honda (Tolima), Colombia, el 16 de marzo de 1935. Debutó como novillero en la ciudad de Manizales, la tarde del 12 de agosto de 1953. Tras abrirse paso en ruedos españoles, recibió la alternativa en La Maestranza de Sevilla, el 30 de septiembre de 1956, de manos de Antonio Bienvenida y como testigo José María Martorell, con toros de Joaquín Buendía.
Ratificó el doctorado en Las Ventas de Madrid el 1 de mayo de 1958, llevando como padrino a Rafael Ortega y Antonio Chenel "Antoñete" de testigo, ante un ejemplar de Clemente Tassara. En la Plaza México hizo lo propio el 8 de enero de 1961, día en el que Juan Silveti le cedió los trastos en presencia de Jorge "El Ranchero" Aguilar, con toros de La Laguna.
Pepe Cáceres fue un torero importante, de gran personalidad y, hasta antes de la consolidación de César Rincón, la gran figura del toreo colombiano.