El grupo de los Forcados Mexicanos fue el primero de nuestro país en conseguir una actuación en la legendaria plaza de Campo Pequeño, meca del toreo a caballo y también de la tradición portuguesa de pegar toros, hecho que ocurrió hace 20 años, de la mano de su cabo, Gerardo del Villar.

La efeméride se remonta al jueves 30 de junio de 1994 cuando acudieron a rivalizar con los grupos de Forcados de Moura y Forcados de Moita, en una novillada de rejoneadores en la que participaron seis caballistas: Miguel Fernandes, Marco José, Francisco Núncio, José Soudo, Alberto Conde y Ana Batista.

En dicha ocasión, los toros pertenecieron a la ganadería de María do Carmo Palha (los llamados "miuras portugueses"), que tenían un peso promedio de 500 kilos, varios de espectaculares capas entre los que destacaban algunos de pelo ensabanado y capirotes.

El grupo de esta primera incursión en suelo portugués estaba conformado por el propio Del Villar, René Arredondo, Carlos Dávalos, Moises Díaz, Juan Carlos Rubio, Fernando Jiménez, Fernando Escamilla, Alberto Ramírez y Eduardo Ramos. 

Esta hazaña tiene un antecedente poco conocido: la actuación de Fernando Blanco en Campo Pequeño en el año de 1985, con el grupo de Forcados de Aposento da Moita, por invitación de su cabo, José Manuel Pires da Costa. Blanco durmió una noche en las puertas de la plaza lisboeta para pedir esta oportunidad que le fue concedida por la determinación con la que la solicitó. Y el mexicano no decepcionó a nadie, pues hizo una imponente pega a un toro de Pinto Barreiros.

A los dos años, Mauricio Altamirano fue el segundo mexicano que pegó en Campo Pequeño, por invitación del famoso forcado Joao Patinhas, que lo consideró para tomar parte con el grupo de Forcados de Évora.

Estas incursiones sueltas tuvieron su momento culminante cuando el grupo de Forcados Mexicanos acudió en pleno a Lisboa, en el mencionado festejo del 30 de junio de 1994. A esta destacada actuación siguieron otras en plazas de provincia tales como Figueira da Foz, Charneca da Caparica y Lagos Algarve, donde el grupo de Forcados Mexicanos causó una magnífica impresión.