Las corridas de carnaval vienen a ser una fuerte inyección de entusiasmo a esta parte de la temporada mexicana 2019-2020, que desde ahora se enfila hacia su recta final en la que brilla con luz propia la Feria de Aguascalientes, cuyos carteles se están terminando de "cocinar".

Y una vez concluida la Temporada Grande de la Plaza México, y teniendo en marcha los últimos festejos en Guadalajara, las camionetas de cuadrillas han atravesado el estado de Jalisco de norte a sur, y viceversa, para torear en los distintos puntos de una geografía que aún conserva una gran tradición taurina en torno a sus carnavales.

Los festejos de mayor relevancia son los que se celebran en Autlán de la Grana y Jalostotitlán, pero también hay otros como los que se programan en Ameca, Tecolotlán o Etzatlán, donde la fiesta de los toros se vive con mucha intensidad.

No hay que olvidar que de varias de estas regiones de Jalisco proceden muchos de los emigrantes que residen en Estados Unidos, y aprovechan las fiestas de sus respectivos pueblos para venir a saludar a su familia y acudir a disfrutar sus tradiciones, que son un punto de identidad con sus raíces.

Así que alrededor del toro de lidia bulle parte de la festividad de carnaval que también tiene su réplica en otras ciudades taurinas de Sudamérica, como es el caso de Ambato, en Ecuador, o Mérida, en Venezuela, donde acaba de haber festejos taurinos de los que también se han publicado sus resultados.

Para los toreros mexicanos es relevante verse anunciados en sus carteles y conseguir triunfos que tienen resonancia antes de la llegada de la Feria de San Marcos.

De los logros obtenidos en estos días, cabe resaltar el de Arturo Macías el martes pasado en Autlán, donde cortó cuatro orejas y volvió a sonreír tras el duro calvario de la cornada de Madrid, y tras su paso por la Plaza México con un lote de Villacarmela con el que sólo pudo estar valiente.

También dejó buenas sensaciones Leo Valadez, que se consolida como uno de los espadas jóvenes más destacados, y también Gerardo Rivera y Arturo de Alba, que quiere subirse al mismo carro. O lo hecho por otros más veteranos, como José Mauricio y El Zapata, que siguen cosechando lauros allí adonde los anuncian.

Otro tanto ha ocurrido con el rejoneador Andy Cartagena, que cortó ocho orejas en tres corridas consecutivas, y puso un brillante punto final a su campaña mexicana en la que sufrió la pérdida del inolvidable "Picasso".

Las corridas de carnaval siempre serán un termómetro interesante para hacer un análisis del desarrollo de la temporada, y observar el momento en que se encuentran determinados toreros.