El gran picador potosino Nacho Meléndez decidió sacar del armario en que tenía guardado el castoreño y sus demás avíos de torear, para regresar por corto tiempo a los ruedos, esta vez en las filas del matador Sebastián Castella, quien lo convenció de volver a torear.
Meléndez, quien se había retirado en la Plaza México la tarde del 4 de febrero de 2017, durante el festejo de Aniversario del coso de Insurgentes que marcó el retiro de Eulalio López "Zotoluco", a cuyas ordenes iba en esa ocasión, aseguró que su retorno será por corto tiempo.
"Esto es una cosa extraordinaria", dijo al referirse a las recientes actuaciones en las que ya se le ha visto montando al caballo desde el fin de la semana pasada en Autlán de la Grana y el domingo en Jalostotitlán, durante los festejos de carnaval.
"Me llamó el maestro Castella yo no estaba muy convencido en volver a torear, pero estuvimos platicando. Hablé con él, que es un torero muy importante, es una gran figura y merece mis respetos, así que estuve de acuerdo. Le hice ver las cosas, el motivo de mi retiro hace tres años y lo entendió, así que estaré con él acompañándolo de aquí a la Feria de Aguascalientes, que deben ser máximo una cinco corridas más", dijo el varilarguero.
Desde su retiro, el picador sólo había actuado una vez en público, también por una cuestión extraordinaria y lo hizo estando a las órdenes de José Tomás, en la Corrida Guadalupana del 2017 en la México.
"He estado tentando en el campo y picado algunos toros en la ganadería de Marrón y otras tres ganaderías más, pero ya formalmente con la ropa de torear sí me sentí un poquito extraño, sobre todo en la primera corrida en Autlán el sábado pasado, pero en Jalostotitlán ya me sentí más a gusto", comentó
En su larga trayectoria de 32 años como varilarguero, hasta su retiro, Nacho Meléndez llegó a picar unos mil 600 toros.
Su examen tuvo lugar en San Luis Potosí el 5 de febrero de 1985, en una corrida en la que actuaron Curro Rivera y Miguel Espinosa "Armillita", y el español Manolo Tirado, enfrentando una corrida de la ganadería de Vistahermosa, de don Jorge Barbachano.
Su tarde más memorable fue la del 21 de mayo del 2012, en la plaza de Las Ventas de Madrid, con el toro "Lana Virgen", de la ganadería de Antonio Bañuelos, que pesó 554 kilos y le correspondió al maestro Zotoluco, con quien se había alistado en febrero de ese mismo año.
"Esa actuación fue la culminación de toda la carrera que tuve. Fue como la cereza del pastel", concluyó.
Luego vendría su despedida de los ruedos el 4 de febrero del 2017 y aquella tarde de excepción, con José Tomás, el 12 de diciembre del mismo año. Ahora ha regresado de la mano de Sebastián Castella, y las pocas tardes en que va a torear servirá para poder observar nuevamente su maestría con la vara.