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La tauromaquia en la obra de Miquel Barceló

Viernes, 21 Feb 2020    Morelia, Mich.    Quetzal Rodríguez | Infografía: LM   
"...El convencimiento del toreo como patrimonio artístico y..."
El libro de Ignacio Antonio Sáez, titulado "La Tauromaquia en la obra de Miquel Barceló", se trata de un importante estudio sobre una faceta determinada, la pintura con temática taurina, de unos de los pintores más reconocidos de la nueva figuración postmoderna desarrollada en España a partir de los años ochenta del siglo XX. 

El primer capítulo, a modo de introducción, trata sobre las escasas referencias que tiene la obra taurina de Miquel Barceló en la bibliografía dedicada al artista con exposición bien fundamentada, en la que, al mismo tiempo, deja claros los prejuicios y la intencionalidad con la que incluso ha llegado a ser minimizada, cuando no despreciada en sus fundamentos. 

Ignacio Antonio Sáez propuso el análisis de la obra taurina de Miquel Barceló en relación con la producción propia de distinta temática. Eso lo llevó a preguntarse por el origen del interés en el tema desde 1986 y, en concreto, en 1990; y, sobre todo, a plantear cómo encajan esas pinturas taurinas en su obra. 

El segundo capítulo de Ignacio Antonio Sáez analiza los toros como acontecimiento cultural en tres sentidos distintos: primero en lo que se refiere a una breve introducción a la pintura taurina; en segundo lugar en lo relativo al viaje como aproximación a la tauromaquia; y después, respecto de la realidad de los toros en la Mallorca en la que se crió y formó Miquel Barceló. 

Ignacio Antonio Sáez dedicó el tercer capítulo del libro a la Tauromaquia entendida por Miguel Barceló, esto es, a su pintura taurina, con especial atención a los procesos creativos y la técnica pictórica; la intuición del movimiento en la plaza; y la relación del pintor con Michel Leiris, planteada ésta desde una perspectiva antropológica, en la que los toros adquieren un valor ancestral como rito mediterráneo.

Ese análisis lo llevó a la conclusión de la interpretación de la plaza de toros como una gran vasija, formada por una masa de material pictórico que contrasta con el vacío interior que produce. Del mismo modo, estableció relaciones precisas, e indicó que tal acumulación de materia ya la había utilizado para pintar los platos que aparecen en su obra "Soupe francaise o Zuppa di pesce", entre otros, en 1983. 

El autor distinguió las aportaciones técnicas de los numerosos grabados taurinos de Miquel Barceló, con aguatinta, punta seca, bruñidor, y aguafuerte. Haciendo gala de un amplio conocimiento de la trayectoria del artista, tuvo en cuenta los inicios de éste hasta la época en la que experimentó con la litografía y la serigrafía; y también con la litografía en relieve. 

La conclusión final de Ignacio Antonio Sáez está muy bien fundamentada y es otra de sus grandes aportaciones: el interés de Miquel Barceló por los toros no radica en su posible y muy discutible afición, sino en el convencimiento del toreo como patrimonio artístico y cultural que va contracorriente porque es auténtico y verdadero.

Bibliografía:

Sáez, Ignacio Antonio. "La tauromaquia en la obra de Miquel Barceló". Colección Tauromaquias. Universidad de Sevilla. 2016.


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