¿Cuántas ocasiones una tarde de expectación no ha terminado en tarde de desilusión a causa del viento? Seguramente han sido bastantes en las que los aficionados y los propios toreros salen de las plazas refunfuñando por no haber podido apreciar los primeros, y mostrarse los segundos, debido a las condiciones del viento durante las faenas.

Hace más de 30 años que dejó de usarse un aparato tan útil que evitaba que las muletas ondearan como banderas, haciendo imposible "cuadrar" la muleta para citar al toro y, por ende, poner en riesgo a los toreros.

Era un aparato de varillas que se colocaban en la parte interior del engaño, con el forro, de manera que el viento no impidiera el cite adecuado.

Su inventor fue el novillero capitalino Pepe Barrientos, quien probó suerte en los ruedos en la primera mitad del siglo pasado y quien dejó un legado de propuestas que, salvó ese aparato, otros no han sido aplicados en la fiesta.

Al aparato se conoció le como "El barrientín", en honor a su inventor, aunque más tarde Chucho Solorzano hijo le llamó "La barrientina", y la utilizaba con mucha frecuencia en esas tardes en que el viento se volvía molesto para torear.

"Siendo novillero mi padre en los años 50, tenía problemas para poder dominar la muleta en tardes de viento e ideó un aparato, en aquel entonces como de 12 varillas de acero, al que luego lo cambió por un material más apropiado al que le llamó fibra roja, con la que disminuyó la cantidad de varillas hasta que llegaron a ser nada más tres, pesando en su conjunto unos 100 gramos", expresó José Barrientos López, hijo del novillero inventor, quien acaba de cumplir 24 años de fallecido.

"De alguna manera buscó difundir su invento y encontró eco en muchos toreros de la época como Jorge "El Ranchero" Aguilar, Amado Ramírez "El Loco", Fernando de la Peña, quien era su primo y otros de más acá como Manolo Espinosa "Armillita", Curro Rivera y Jesús Solorzano hijo, por ejemplo, quienes usaron por mucho tiempo su invento", agregó.

Barrientos López recordó que fue el torero tlaxcalteca aquí citado, El Ranchero Aguilar, quien utilizando "El barrientín" en una corrida por la Oreja de Oro, logró ganar el trofeo y vencer al viento, gracias al invento de su padre.

"El invento empezó a recibir críticas de los villamelones, que nunca están conformes con nada, y hablan sin saber, ya que decían que se intentaba mecanizar la Fiesta Brava. Nada que ver", precisó.

"Veo cómo sufren ahora los toreros por el viento que sigue haciendo de las suyas. Hay quienes a pesar de que saben que existe el invento de mi padre no lo utilizan, ni mucho menos lo promueven ni difunden y, evidentemente, con esto los matadores están corriendo riesgo innecesario cuando se puede ocupar este instrumento que puede en un momento dado ayudarles durante la lidia", señaló.

Otro de los inventos fueron las "banderillas tripartitas", ideales para utilizarse "al quiebro" y que consisten en que siendo un par de banderillas que, siendo de tamaño reglamentario, se van acortando en cada una de las tres veces que el torero coloca un par sobre el morrillo.

"Esto es, es un par de banderillas natural partido en tres secciones, el primer par asomándote al balcón y en ese momento jalas las banderillas y se quedan dos rejones con un tramo de banderillas en el lomo y te vienes con dos pares más cortos, pegas el segundo y te vienes con un par más corto que es el tercero", explicó.

Otros de los inventos de Pepe Barrientos, "El novillero inventor", como aparece en su página de Facebook, fueron "la muleta gama", una muleta muy amplia con la que se pueden generar nuevos pases y también otro instrumento llamado "El izquierdín", una especie de "barrientín", sin la varilla del centro, que sirve para torear únicamente al natural.

Compuso también el paso doble "Plaza México", letra y música, así como el huapango torero "Torito de Piedras Negras", en honor a la vacada tlaxcalteca.

"Inventó también el Diploma Taurino, un documento enmarcado con todas las divisas de las ganaderías mexicanas que se pretendía que, al momento de la cesión de trastos, cuando un torero toma la alternativa, su padrino le haría entrega de este documento que avale el doctorado que está recibiendo, que lo acredita como nuevo matador de toros".

Desafortunadamente, con excepción de las composiciones, sólo el primer invento, el artefacto contra el viento, vio la luz en una plaza de toros.

Luego de 25 años de ser novillero y de recorrer las plazas del país, José Barrientos Pavia, originario de la Ciudad de México, se retiró de los ruedos, terminó su carrera como Ingeniero Industrial, creó sus inventos y falleció el 20 de diciembre de 1995, luego de ser atropellado, a la edad de 67 años.

"En términos generales, todo esto fue lo que mi padre propuso para la Fiesta Brava. Ojalá pueda ser usado para beneficio del propio espectáculo", finalizó Barrientos López.