El perdonarle la vida a un bravo y noble toro ha sido siempre el mayor triunfo que se le puede dar a la tauromaquia, más en estos años en que es golpeada por todos lados, y el indulto que se ganó "Gaspar", de Vistahermosa, el domingo en la Plaza México, enarbola en un sitio importante a las ganaderías mexicanas y a la fiesta brava en general.
Y para su lidiador, el rejoneador Emiliano Gamero, lo sitúa también como un torero de a caballo en un lugar preponderante luego de que, a base de picar piedra, de cometer algún error en el pasado y de sobreponerse a la dura crítica por su trato a sus caballos, ha sabido enderezar su carrera hasta conseguir el triunfo en la plaza mayor del mundo, que es el sueño de todo torero.
Fue el tercer indulto consecutivo por temporada en cuanto a rejones: el primero de Andy Cartagena en la última corrida de la temporada 2017-2018; el segundo, de Diego Ventura en la 2018-2019 y ahora el tercero, del primer rejoneador mexicano, Emiliano Gamero en la parte medular de la Temporada grande 2019-20.
"La fiesta necesita mucha vida, mucho oxígeno en estos momentos y esto del indulto es buenísimo. Perdonarle la vida a un toro bravo es el triunfo más grande para la tauromaquia y para la fiesta que puede haber", expresó el rejoneador capitalino.
Minutos antes de pasar a los corrales de la plaza a visitar "a su socio" con el que juntos triunfaron, Gamero recuerda la tarde anterior en su actuación en La México.
"El toro me gustó mucho desde que salió porque jamás se cruzó, nunca tuvo una mala intención, siempre fue muy franco, con un galope con mucha velocidad, pero también con mucho ritmo y eso la verdad como todos sabemos, es difícil que un toro conjunte todo eso.
Cuando le puse el primer rejón de castigo el toro se creció muchísimo y se hizo más bravo, se fue para arriba y empezó a acometer con mucha bravura y con mucha transmisión, humillando y galopando con mucho son, mucho ritmo, pero también con mucha fuerza".
Dijo que cuando hubo que darle capotazos, ya fueran los subalternos o el sobresaliente el toro demostró ser muy bueno y que al acometer a los caballos se pegaba muy bien, con mucha codicia.
"Cuando lo iba a matar empecé a escuchar a la gente, se me prendió el foco de que en verdad el toro sí lo merecía y seguí lidiándolo para dejar ver al toro y así fue ese final rotundo. Yo creo que era un toro de indulto definitivamente", dijo.
Con el triunfo obtenido y la puerta grande como testigo, la carrera para Gamero deberá tomar mejores vuelos.
"Le pido a Dios que me traiga muchas cosas buenas porque es mi vida llena de entrega a mi profesión, entrega a mis caballos. Yo no tengo vacaciones, ni navidades, ni cumpleaños, ni festivales de mis hijos, ni vacaciones con mi familia y mis hijos.
Me estoy privando de muchas cosas que tal vez el día de mañana me arrepienta o diga "debí haber dejado un cachito", pero bueno, vamos a hacer que ese esfuerzo y todo valga la pena y ojalá los empresarios me volteen a ver otra vez…".
Luego, Emiliano Gamero, el torero a caballo que revive del pasado a Ponciano Díaz y a Emiliano Zapata, con su atuendo de charro antiguo incluido el bigote espeso y puntiagudo, hace un balance de lo que fue su temporada.
"Fue una temporada europea triunfal de 10 corridas, nueve puertas grandes. Se me cancelaron tres por lluvia, debutamos en Francia y Portugal con éxito, con puertas grandes. Luego llego a México y con este triunfo yo creo que ha sido un balance bueno, pocas corridas de mucha calidad y con triunfos importantes", destacó.
Gamero debe sentirse hoy orgulloso de poner la balanza a su favor, de sentirse arropado y bien querido por la afición y saber que su esfuerzo va señalando un rumbo claro en su carrera, a la que se debe entregar con humildad y, sobre todo, agradecido con sus caballos en su trato diario, en su cortijo en la intimidad y a la vista del público en las plazas, ya que son la otra mitad de este binomio triunfador.
"Estoy muy orgulloso de ser mexicano, que la gente me quiera tanto como lo percibí ayer, de verdad que eso no lo puedo pagar con nada más que con la entrega que les voy a ir demostrando. Emiliano Gamero va a evolucionar más y va a haber Emiliano Gamero para rato y voy a poner a mi México amado en primer lugar del mundo, esa es mi meta y yo creo que vamos por buen camino", dijo.
El caballista ya se alista para iniciar el Año Nuevo en la Monumental de Mérida en la tradicional corrida de rejones del 1 de enero.
¡Ora Gamero!