La mañana de este jueves  murió el matador de toros Amado Ramírez "El Loco",  a los 88 años de edad, en la ciudad de Nashville, Tennesse, a causa de las secuelas de una fractura de cadera que sufrió el pasado 30 de octubre, razón por la que intervenido quirúrgicamente durante el transcurso de esta semana.

Recibió la alternativa en la plaza "Revolución" de Irapuato, el 20 de noviembre de 1954, donde Fermín Rivera le cedió los trastos en presencia de Guillermo Carvajal, con toros de Tequisquiapan, propiedad de Fernando de la Mora

Confirmó en la plaza México la tarde del 6 de febrero de 1955, cuando Rafael Rodríguez le cedió el toro "Navajero" de La Laguna, ante el testimonio de José María Martorell. Una histórica y anecdótica ocasión en la que dejó ir vivos tres toros, pudiendo estoquear solamente al ejemplar de la ceremonia.

Quedará en el recuerdo su exitosa temporada de 1954 en la plaza México, cuando participó en alrededor de 17 festejos y salió a hombros en 12 de ellos, casi todos con llenos hasta el reloj, razón que le permitió formar una sólida y atractiva competencia con el "León de Tetela", Joselito Huerta.

Una de sus virtudes fue convertirse en maestro de toreros, aunque no fueron muchos a los que pudo transmitir sus conocimientos. El último de ellos fue el matador Antonio Urrutia, que hace unos 15 años estuvo entrenando con él en claro de Chapultepec, y también lo acompañaba a las tientas y a las corridas. El Loco tenía un concepto profundo del toreo y una forma de enseñar sumamente versátil e interesante.

Hasta el momento, se desconocen los servicios funerarios, así como en donde descansarán los restos del matador mexicano. Le sobreviven su esposa Isabel y sus hijos Amado, Lourdes y Verónica. Descanse en paz, Amado Ramírez "El Loco".