Al regresar anoche a su casa en Aguascalientes, José María Hermosillo repasaba aún los gratos momentos que vivió el domingo desde primera hora y que culminaron con una noche triunfal y de júbilo para él y su familia.

Todavía era de tarde, el domingo, cuando su padrino Antonio Ferrera lo había ungido como matador de toros en la gran Plaza México, convirtiendo así en realidad el sueño del joven hidrocálido a sus 24 años.

Fue, de los de a pie, el único matador que logró cortar la oreja a un variado encierro de Julián Hamdan reseñado para abrir la temporada.

Desde su llegada a la Ciudad de México, Hermosillo se propuso disfrutar cada momento y vivir con tranquilidad las horas previas al paseíllo. En el hotel lo acompañan sus padres, don Mario y doña "Guille" y sus hermanos Mario el mayor y Emiliano, el menor.

"La verdad que fueron momentos de tranquilidad, de estar en mi habitación tranquilo y relajado con mi familia. Pero también había felicidad por lo que venía y de nervio, por la responsabilidad que tendría, pero la verdad es que intenté estar alegre en todo momento", explicó el nuevo toricantano.

Dijo que su llegada a la plaza fue muy alentadora, pues su camioneta se abría paso entre la gente y por la ventanilla recibía los mejores deseos de la afición.

"Fue una tarde donde lo que más intenté fue disfrutar en todo momento. Para ser sincero a la mejor yo creo que ni captaba. Otras veces cuando era novillero por la antigüedad que tenía sabía que siempre me tocaría abrir plaza, pero esta vez ni ese nervio sentía.

Como que a la mejor no tenía ni noción, simplemente estaba disfrutando desde que llegué ahí al túnel y cuando vi llegar al maestro Ferrera y luego al maestro Ventura. Estaba muy contento, luego me asomé a ver el ambiente en la plaza y como se estaba poblando el tendido numerado y cuando salí disfruté mucho todo el despeje", agregó.

A quien sería su padrino, Antonio Ferrera, ya lo había saludado la noche anterior en el hotel en que se hospedaron.

"Ya me había presentado con él y se portó muy bien conmigo, siempre me estuvo dando mucho ánimo, me dijo que disfrutara la tarde y me dio algunos consejos…".

Cuenta que el toro de su alternativa, llamado "De todo corazón", marcado con el número 37 y que pesó 483 kilos, es como el que todo novillero sueña tener en su alternativa.

 "Ese primero la verdad que tuvo muchísima nobleza y mucha calidad. Creo que es el toro que a la mejor uno sueña para su alternativa, que te deja disfrutar, que te deja sentir el toreo que cada uno  tiene y a mí ese toro me lo permitió, fue muy noble, con mucha calidad y me dejó demostrar mi forma de llevar el toreo", señaló.

Dijo que el segundo de su lote, "Ley de vida", numero 22 y con 546 kilos, fue un toro difícil,  orientado, que lo hizo sudar el terno y que muy pronto le pidió el carnet de matador que apenas estaba estrenando.

"Me sirvió de mucho enfrentar un toro así porque yo creo que ahora sí es el porcentaje mayor de ese tipo de toros que salen y que te recuerdan que hay que estar preparado más para ese toro que para el bueno", agregó.

Ya decíamos que José María fue el único de a pie que cortó la oreja en esta tarde.

"Cuando iba dando la vuelta con la oreja del toro de mi alternativa me sentía el más feliz de la plaza. Sí me imaginaba (que podría ser) pero no pensé que fuera a pasar así como pasó. Me hubiera gustado redondear la tarde con el segundo toro, por ese lado a lo mejor sería como lo amargo de ayer, pero disfruté muchísimo la vuelta, aparte vi que la gente estaba contenta".

Y aunque no es muy afecto a conservar trofeos en su casa, dijo que ya su administración se encargó de que la cabeza y la oreja del toro de la alternativa, tengan un lugar preferente en su sala de trofeos.

"Por ahora después de esto no tengo nada…. espero que la tarde de ayer me abra las puertas y también si llegan abrirse, va a ser cada tarde ganándomelas yo mismo esas tardes", finalizó.