La película "Tarde de Toros" que apareció en el año de 1955, marcaría un hito dentro de los filmes de cine taurino hasta ese momento, dirigida por el español de origen húngaro Lazlo Ladislao Vajda, que nació en Budapest en 1906, hizo sus primeras cintas en su país natal y posteriormente en el cine de Inglaterra, Francia e Italia.

Con un argumento y guión que corrió a cargo de Manuel Tamayo y Julio Coll, "Tarde de toros" es una película de toros filmada a color que contiene varios de los ingredientes de la Fiesta, con una sólida dirección de los tres protagonistas que no eran actores de vocación: Domingo Ortega (Ricardo Puente), Antonio Bienvenida (Juan Carmona) y Enrique Vera (Rondeño II).

Se trata de tres toreros en distintas etapas de su vida con una rivalidad por distintos motivos, Ricardo Puente (Ortega) en la época postrimera de su vida profesional, Juan Carmona (Bienvenida) la gran figura del momento y Rondeño II (Vera) un torero joven hijo de un matador que aspira a ocupar su sitio en el escalafón mientras intenta recuperarse de las secuelas de la grave cornada, su bautismo de sangre.

Cada uno trae consigo los problemas personales en tarde de gran compromiso en la plaza de Las Ventas, donde Rondeño II confirmará su alternativa, Puente no se encuentra, entre otras cosas por su edad, en las mejores condiciones, y atraviesa un mal momento en su relación amorosa con Paloma (María Asquerino) que interpreta a una mujer egoísta e interesada que desprecia la popularidad y la fama que antes compartía con Puente.

Carmona está muy feliz con su matrimonio pero no mira con buenos ojos la relación que Rondeño II pretende llevar con su hermana menor Ana Mari (Encarna Fuentes). Por su parte, Isabel, la mujer de Carmona (Marisa Prado) quiere que éste deje de torear y no haga temporada americana, intentará convencerle de que se retire y le tiene reservada una sorpresa: Está embarazada.

Rondeño II se jugará mucho esta tarde de su confirmación, además de sobreponerse al miedo que le atormenta tras sufrir su primera cornada grave e inquieto por no defraudar a su padre Rondeño I (Rafael Bardem) de su valía como torero y convencer a Carmona de que sería digno esposo para su hermana Ana María.

No falta el tema de los maletillas Manolo (Jorge Vico) y El Trepa (Jesús Colomer) que logran meterse en la plaza con el objetivo de que el primero se tire como espontáneo, pero lo hace con tan mala fortuna que recibe una cornada. Tampoco faltará la extranjera, la artista francesa que no entiende nada de la Fiesta y el maduro aficionado que se molesta en explicarle un espectáculo que jamás entenderá.

La investigadora Muriel Feiner explica que cada toreo hizo sus faenas en el ruedo, donde Bienvenida sale a acompañado de su peón de confianza Guillermo Martín. En su discurso al confirmar la alternativa al toricantano, Puente (Ortega) pronuncia las siguientes palabras: “Suerte con este toro y todos los que vendrán en el futuro. Que no te envanezcan las ovaciones, ni que te asusten las broncas…de todo habrá”.

Destacan en la película los aspectos de la lidia, una faena de Ortega que culmina con una gran estocada, marcando el sitio con una gorra que le han lanzado al ruedo y una buena actuación de Bienvenida que pone banderillas y por exigencias del guión cinematográfico tendrá que sufrir una cornada.

Finalmente, animado por su apoderado Don Julián (Mariano Azaña) y con su padre (Bardem) sufriendo en el tendido, Vera triunfa y gana la mano de Ana Mari, en tanto que fallece el espontáneo en la enfermería y su amigo El Trepa se marcha con el sacerdote, mientras que la película termina con la imagen de la plaza vacía y abandonada.

Feiner, Muriel. "Torero. Los toros en el cine". Alianza Editorial. Madrid. 2004.