El recinto lució repleto de profesionales del toro, amigos y familiares del torero, que se mostró serio y circunspecto, como ha sido siempre su recia personalidad que lo llevó a ser toda una institución dentro de la Fiesta Brava.

Y luego de las palabras dedicadas a rememorar su brillante trayectoria, y los parabienes y agradecimientos en esta etapa de su vida, ahora que ya cuenta con 80 años de edad, el maestro tuvo ocasión de departir con la gente que acudió a este acto tan bonito.

Entre ellos se encontraban el joven matador de toros Francisco Martínez, y también el aprendiz de torero, César Fernández, que es hijo del matador retirado Roberto Fernández "El Quitos", y que tiene previsto debutar sin picadores en el próximo mes de agosto.

En este breve encuentro, el maestro les dio algunos consejos, les habló maravillas de México y también les contó varias anécdotas de su paso por estas tierras, donde también gozó de mucho cartel desde que confirmó su alternativa en el coso de Insurgentes, hecho que ocurrió el 30 de diciembre de 1962, cuando Jorge Aguilar "El Ranchero" le cedió la muerte del toro "Voluntario", del hierro de La Punta, en presencia de Antonio del Olivar.