Los días pasados han sido de triste reflexión por la muerte de Mario Torres "Mayito", no solamente un excelente fotógrafo taurino, sino también un amigo que muchos consejos me dejó a lo largo de mi trayectoria en los medios de comunicación.

Aún recuerdo cuando conocí a Mayito, tras la presentación que realizó el matador Antonio Vega. A pesar de llevar una vida mortificada y azarosa, siempre te recibía con una sonrisa y te daba la confianza de aquel hombre que ha vivido.

Resistiéndose a dar el giro a la fotografía digital, de sus imágenes brotaba el arte más añejo, de la técnica que nos lleva a retener imágenes vivas, la fotografía como un documento social.

De verdad vamos a extrañar a Mayito por su conocimiento y sabiduría sobre el tema taurino, no es fácil encontrar personas tan nobles en el ambiente taurino, muchas veces maleado por los diferentes actores que buscan el beneficio personal.

De Mayito aprendí que una sonrisa siempre es el mejor remedio para las adversidades, porque la bendición de estar vivo es motivo para celebrar todos los días. Muchas veces lo llevé a su casa después de los eventos taurinos, en aquellas pláticas interminables encontraba la esencia de nuestra Fiesta, ese arte efímero que se genera ante una bestia, donde un hombre intenta generar una obra incluso por encima de la vida propia.

¡Siempre te extrañaremos Mayo! Pero algún día nos encontraremos y seguirás mostrando tu conocimiento sobre la más tradicional de las fotografías. Fuiste novillero, conocías las entrañas de la Fiesta y no dudabas en enseñar todo aquello que aprendiste a las nuevas generaciones.

Ojalá existieran en la fiesta brava más profesionales como tú. Contigo se cierra una época que desgraciadamente deja de existir, pero dejas un legado imborrable de honestidad, profesionalismo y alegría, que ningún tiempo podrá borrar a lo largo de los años. Gracias por todo Mayito, no dejaré de hablar de ti y de dar a conocer todo lo que nos enseñaste ¡Un abrazo hasta el cielo!