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Unamuno y su contradicción taurina

Viernes, 28 Dic 2018    Morelia, Mich.    Quetzal Rodríguez | Foto: Archivo   
…La tauromaquia es, de todas las bellas artes, la más ortodoxa…
El notable escritor y filósofo español Miguel de Unamuno fue aquel que  tuvo una gran preocupación por saber de los hombres, por despertar en cada hombre la exigencia de su proyecto vital, su realización personal y la elevación cultural de su entorno, ya que desde su perspectiva: "Mi empeño ha sido, es y será que los que me lean piensen y mediten en las cosas fundamentales, y no ha sido nunca el de darles pensamientos hechos".

Es casi un lugar común aquella fama de que Unamuno no asistía a las corridas de toros, sin embargo, se tiene noticia y constancia que asistió a la corrida-concurso que se organizó en Zamora, España en el año 1932, así como a una novillada sin picadores en Salamanca y sus largas estancias de meditación filosófica en la ganadería de Alipio Pérez Tabernero.

Por otra parte, la contradicción es una corriente que fluye en toda la obra de Unamuno, así como en su postura taurina, se trata de un antagonismo irreconciliable que influye a varios niveles y que, por un lado, conduce a la trágica realidad existencial del hombre consciente y que, por otro lado, representa una situación dinámica afirmante, así desde las primeras publicaciones, Unamuno parece hacerse las preguntas buscando la respuesta en la afirmación de un posible contrario.

Durante el año 1912, Unamuno dirigiéndose a un oyente imaginario cuestionó: "¿Pero no cree usted, mi joven amigo, que hay en la afición [a los toros] algo trágico, algo terrible que nos puede permitir penetrar hasta las más recónditas honduras de nuestro pueblo"?  En opinión del investigador Rosario Cambria estas declaraciones revelan que a través del toreo, Unamuno se dio cuenta de que hay elementos que revelan los estratos más profundos del ser español, es decir, de los caracteres nacionales del pueblo.

El polémico don Miguel, no negó que el espectáculo taurino tuviese una utilidad práctica inmediata, sin embargo, si la gente se ocupaba en discutir en demasía sobre el tema taurino, no tendría la oportunidad de pensar en otras cosas, una actitud meramente crítica que tendrá sus matices y enfoques dignos de una reflexión un poco más profunda, por parte de aquellos que pudieran creer que Unamuno era un contrario a la Fiesta de los Toros.

Prueba de lo anterior, es su texto titulado "A la carta a un torero" donde a la letra dice: "Porque conviene repetirlo, nada hay, no ya más tradicional, sino más tradicionalista que las corridas de toros. La tauromaquia es, de todas las bellas artes, la más ortodoxa, pues es la que mejor prepara al alma para la debida contemplación de las grandes verdades eternas de ultratumba, Es al fin, un espectáculo de muerte".

En éstas palabras no se nota una actitud contraria o de censura hacia lo táurico, sino más bien una postura de observación objetiva por incluir al toreo dentro de las bellas artes y por ser ese espectáculo que "mejor prepara el alma", para la consideración de la última y quizá única gran cuestión de la inmortalidad y no-inmortalidad.

Dentro de su obra, será España y el tema europeizante, algunos de los ejes claves dentro de sus reflexiones a lo largo de su vida, viene a ser una reflexión sobre la nacionalización y la internacionalización y Unamuno se ve forzado a argumentar a favor de los dos, lo cual produce, por un lado, cierta confusión, pero con plena lucidez de que, toda defensa de lo español y de la nacionalidad española se ve reforzada y reafirmada cuando toma consciencia de lo europeo.

Clara dejó su postura Unamuno respecto al tema taurino cuando mencionó: "Yo no encuentro bárbaro el espectáculo, ni es por su barbarie por lo que malea y corrompe a España, lo que de los toros está degradando a nuestra patria, es el que se hable tanto de ello". Con lo anterior pondrá sobre la mesa que la cuestión ética, entonces de las corridas de toros, no le preocupaba en nada. Veía por entonces otras barbaries y crueldades (literales y figuradas) que hundían a su patria para poner algún reparo ético a la tauromaquia.

Bibliografía:

Cambria, Rosario. "Los toros: Tema polémico en el ensayo español del siglo XX". Madrid. Gredos. 1974.

Unamuno, Miguel. "Escritos de toros". Unión de Bibliófilos Taurinos. Colección Ybarra III. Madrid. 1964.


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