Un día como hoy, 3 de abril de 1983, el maestro Juan Mora, uno de los matadores más veteranos del escalafón español, tomó la alternativa en una ceremonia que tuvo lugar en la Real Maestranza de Sevilla, de manos de Manolo Vázquez y Curro Romero como testigo.
Juan Mora, cuyo nombre completo es Juan José Gutiérrez Mora, tenía 20 años al momento de recibir la borla como matador de toros. El astado del doctorado llevó por nombre "Arriadito", de la ganadería de Carlos Núñez, en el marco del Domingo de Resurrección de aquel año 1983.
Nacido en Plasencia (Cáceres) el 10 de abril de 1963, Mora debutó como novillero con caballos el 23 de abril de 1977, en esta misma ciudad. El 1 de mayo de 1979, se presentó en Las Ventas de Madrid y, ese mismo año, hizo lo propio en Sevilla y pudo cortar una oreja.
Tras tomar la alternativa, confirmó en Madrid el 24 de junio de 1984, ante toros de Juan Pablo y Jiménez Pasquau. Fue su padrino Manuel Ruiz "Manili" y el testigo Pepín Jiménez.
Torero clásico e impregnado de torería, así como naturalidad en sus formas, Juan Mora ha vivido momentos de gloria a lo largo de estos 30 años, así como otros tantos de olvido en los que apenas ha toreado. Uno de sus triunfos más relevantes aconteció el 28 de septiembre de 1994, cuando abrió la puerta grande de Las Ventas de Madrid.
Meses después, el 29 de abril de 1995, se encerró con seis toros de Victorino Martín en Plasencia y aquello fue de apoteosis. Media docena de orejas y salida en volandas, resultado final de una de las tardes más importantes en la trayectoria del maestro.
Uno de los momentos más complicados de su carrera lo vivió en la plaza de Jaén el 19 de octubre de 2001, cuando sufrió una gravísima cornada. El pitón del primer toro de una lluviosa tarde penetró en el muslo derecho y le infirió una herida bastante seria.
El parte médico rezaba: "Herida por asta de toro en el tercio proximal de la cara interna del muslo derecho, que afecta a musculatura del vasto interno, con trayectoria posterior ascendente de unos 12 centímetros e intensa hemorragia venosa con sección de la vena femoral, respetando arteria femoral".
Durante la primera década del nuevo milenio, Juan Mora pareció estar condenado al olvido, ya que fueron contados los festejos que pudo torear en estos años. En 2009 volvió a Las Ventas de Madrid y dejó detalles de su torería, pero el "milagro" aconteció el 2 de octubre de 2010, cuando Mora abrió de par en par la Puerta Grande.
Aquella tarde, Juan sublimó a los aficionados que se dieron cita y le cortó las dos orejas al primero de su lote, de la ganadería de Torrealta, para luego dar una muy emotiva vuelta al ruedo acompañado por su hijo. Con su segundo, volvió a rayar a gran nivel y una oreja más fue a parar a su espuerta, con la consecuente e histórica salida en volandas.
A partir de ese momento, la carrera de Juan Mora tomó nuevos bríos y la temporada 2011 volvió a torear con regularidad, aunque sin mayores triunfos. También actuó en Suramérica por aquellos años..