El ganadero español Domingo Hernández murió este viernes por la mañana en la clínica Centro de Madrid, a los 76 años de edad, como consecuencia de una compleja enfermedad pulmonar que lo mantuvo con distintos problemas de salud en los últimos años.

Nació en 1942 en Humanes, localidad cercana a Madrid, y era dueño de los hierros de Domingo Hernández y Garcigrande, con los que lidiaba en las corridas más relevantes de las grandes ferias, a veces con uno o con los dos en cada tarde, de manera indistinta.

Aunque no procedía de estirpe ganadera, desde joven sintió la vocación de convertirse en criador de reses de lidia y después de casarse con Concha Escolar, de familia ganadera fundada por su padre, fue que comenzó su trabajo en el campo con el ganado.

A mediados de los años ochenta compró varias líneas de ganado y fundó su divisa, primero con reses de Amelia Pérez Tabernero y más tarde con ganado de Juan Pedro Domecq. Así fue como le dio su sello a su ganado, del que disfrutaron muchas de las grandes figuras de los últimos tiempos en los que contó con la colaboración de su hijo Justo Hernández, que se hizo cargo de la ganadería ubicada en Salamanca.

Los triunfos de los hierros de Domingo Hernández y Garcigrande son numerosos en plazas de primera categoría, como Las Ventas de Madrid. Sus toros han permitido realizar faenas muy destacadas a muchos toreros.

Su cuerpo será velado en Fuenlabrada, que era el lugar donde vivía. Descanse en paz.