El ruedo de la Monumental de Zacatecas, en su 39 aniversario, fue el escenario para la inauguración de la exposición fotográfica "Matiz y Pasión", de Manolo Briones, evento enclavado en el marco del Programa Cultural taurina dentro de la Feria de septiembre en Zacatecas.
Personalidades del mundo del toro y aficionados se dieron cita para ser partícipes de este evento. Con madrina de lujo, la rejoneadora Mónica Serrano, se realizó el clásico corte de listón.
Son 20 fotografías en tamaño grande las expuestas y continuaran con su exhibición en el Restaurante Arroyo en las instalaciones de la Feria de Zacatecas.
En este evento la empresa Zacatecas Tierra de Toros, representada por Manuel Fernando Sescosse y Juan Enríquez, entregó una estatuilla de una cabeza de toro al exponente Briones, como muestra de reconocimiento de su trabajo a través de la lente. Así también concedieron una medalla de plata a nuestra compañera Natalia Pescador, periodista taurina.
A continuación reproducimos el texto escrito precisamente por Natalia, leído ayer y en el que describe el trabajo de Manolo Briones:
"Templar una fotografía sólo puede lograrlo quien a través de la vista posee una magia natural capaz de atesorar momentos únicos e irrepetibles. Concibo en una cámara fotográfica similitudes a un capote o una muleta, porque ambas, en las manos correctas, sirven de instrumento para crear arte.
"Manolo Briones no equivocó el camino cuando dejó del lado su ilusión por vestir de luces, por el contrario, lejos de la amargura que priva en la mediocridad de quienes no pudieron ser, él, supo darle buen cauce a su pasión y se volcó en la fotografía taurina.
"El acierto, se convirtió en la cimiente de una carrera ascendente, Manolo, como muchos, con una sencilla cámara, corrió la legua, porque aquí, como en todo, ganarse un lugar requiere esfuerzo, sacrificio, pero sobre todo ganas de querer ser alguien. El tiempo, y su talento, le fueron abriendo paso, y su trabajo comenzó a rendir frutos.
"Los detalles comenzaron a ser la diferencia, y así Manolo, rubricó su propio sello. Comenzamos a ver a través de sus ojos lo que muchas veces como aficionados no percibimos. Cada imagen mostraba a un artista con sensibilidad y la capacidad de transmitir diversas emociones que van del drama, el dolor, la tragedia, al triunfo, y la gloria.
"Hoy, a 7 años de distancia, sé que su trabajo lo lleva ser considerado uno de los fotógrafos taurinos más importantes del país, y sé, también, que el éxito se basa en que expresa lo que el torero busca transmitirnos en el ruedo.
"El conformismo, sé, no forma parte de su vocabulario, sabe exigirse al límite porque conoce sus capacidades, dentro de la sencillez y sonrisa amable que camina con timidez por los callejones, se esconde una personalidad recia que siempre va a más.
"Se coloca, hablando en términos taurinos, donde pocos lo hacen, pisa siempre terrenos comprometidos, porque no busca parecerse a nadie, busca desplegar su propia definición de ver y sentir, y por ello, sus fotografías nos ubican en el momento y tiempo precisos donde se escribe la historia.
"He tenido la fortuna de acompañarlo en muchas de sus travesías y por ello, hoy puedo decir, que pocos viven con la dedicación que él lo hace, el oficio y la profesión de capturar instantes. Pocos también conocen que hay detrás de cada fotografía, y hoy les digo, que hay una profunda entrega, horas de esfuerzo, de lucha, de días enteros en que se tiene que dejar la casa, la familia, y a veces, la vida misma. Detrás de cada fotografía que hoy admirarán hay una ventana infinita para imaginar y crear nuestra propia historia.
"Aquí hay una veintena de fotografías que nos invitan a soñar, desde aquella que nos refleja la naturalidad con la que monta la rejoneadora Mónica Serrano, cautiva y señorial a las orillas del mar en Tijuana, o aquélla faena campera en el ruedo de tientas de Boquilla del Carmen donde aparece en escena el picador Mauro Prado, ahí, justo en el semidesierto zacatecano donde el polvo sobre la piel es tan natural como la sal en el océano.
"O esa mirada fija de una vaca del hierro de José Julián Llaguno, una estampa de auténtica bravura, hasta esa tarde del reencuentro de José Tomás con Aguascalientes, donde aquilató su actuación con faenas de diverso corte pero plagadas del toreo verdad. Esa foto, reflejó tanto que el propio José Tomás buscó al autor, y hoy, ese pedazo de la historia está ya en sus manos.
"Hoy, es un día especial para todos los que amamos con profundidad y respeto la fiesta de los toros, hoy, esta exposición que inauguran dos personalidades grandes del rejoneo como lo son don Ramón Serrano y Mónica Serrano, es una muestra de que nuestra fiesta brava seguirá viva, mientras existan personas como Manolo Briones, dispuestos a dar todo, y aún más, por lo que nos llena el alma y nos alimenta el espíritu.
"Finalmente, decía, y decía bien el fotógrafo Ansel Adamas: `No tomas una fotografía, tú la haces´, y Manolo, ha hecho a través del matiz y la pasión con la que vive la tauromaquia, arte y sensibilidad. Enhorabuena".