El matador José Ortega Cano fue notificado ayer de la sentencia definitiva en su contra, y tendrá que pasar dos años y medio en prisión como responsable del homicidio imprudencial de Carlos Parra, muerto en el accidente de tránsito en el que se vio involucrado el torero español el 28 de marzo de 2011, según informa el diario El País en su edición de este sábado.

Como se recordará, Ortega Cano estuvo hospitalizado durante varias semanas en un crítico estado de salud, del que se recuperó paulatinamente para afrontar los cargos que se le imputaban, dando por un hecho, tras las investigaciones de la Guardia Civil, que el matador conducía su coche bajo los efectos del alcohol.

En aquella fatídica noche, Ortega Cano conducía su Mercedes-Benz a una velocidad de 125 kilómetros por hora, según las pruebas periciales, mientras que Carlos Parra lo hacía a 51 kilómetros por hora cuando ocurrió el choque frontal de ambos vehículos. En este tramo de la carretera el máximo de velocidad permitido es de 90 kilómetros por hora.

Ortega Cano fue rescatado del amasijo de hierros en que quedó convertido el coche al cabo de dos horas de trabajo de los bomberos y remitido a la clínica Virgen Macarena de Sevilla, donde le tomaron muestras de sangre que al final han sido contundentes para determinar su culpabilidad, pues en ellas se establecía que tenía 1.26 gramos de alcohol por litro en sangre, tres veces más de lo permitido en el reglamento de tránsito.

El segundo delito del que se acusa al matador fue el de "conducción temeraria". La Audiencia Provincial de Sevilla dictaminó que ya no cabe recurso alguno, por lo que Ortega Cano deberá cumplir ante la justicia española.