Celebrando por todo lo alto el nacimiento de una nueva ganadería dentro de la finca del ganadero Pablo Moreno Valenzuela, denominada El Siete, la casa grande dio cabida a una serie de personalidades encabezadas por el matador Rodolfo Rodríguez “El Pana” y el artista escultor máxima figura de la plástica mexicana don Humberto Peraza que estuvo acompañado por su hijo y nieto.
El primer amable pretexto fue la celebración de los cumpleaños del ganadero Pablo Moreno y del torero de Apizaco, el primero celebro 46 años de vida y el segundo 61 en un ambiente de amistad y afecto. Además de una tienta en la que se tentaron una vaca con sangre mexicana San Mateo - Saltillo y tres vacas con sangre española del encaste Parlade -Domecq.
En este sentido el ganadero manifiesto que al tener dos encastes en la ganadería el primero de Pablo Moreno que corresponde al encaste San Mateo-Saltillo y el otro que corresponde al encaste español con Parlade -Domecq.
"Para no confundir hemos separado los encastes y hoy mi hijo mayor Pablo Moreno será el dueño del hierro de Pablo Moreno, mientras que Pedrito mi hijo pequeño ahora propietario de la nueva ganadería El Siete con el encaste español. Le hemos puesto El Siete por ser un número cabalístico, es el número de Dios, es de la suerte y siete son los colores del arcoíris, por ello Pedrito herró el primer becerro del encaste español con el número 701, desde luego con la ilusión de que continúen la tradición ganadera", comentó Pablo Moreno.
El maestro Humberto Peraza develó dos grandes obras la primera espectacular ya que se trata de un duelo de toros una pelea con gran movimiento y expresión, sacada de una vivencia personal del maestro cuando camino la legua como torero y aficionado practico cabe recordar que en este apartado tuvo grandes éxitos alternando con figuras del toreo. La otra es una obra monumental con la figura de Mario Moreno "Cantinflas", partiendo plaza ataviado con el capote de paseo copia original de la que se encuentra en la Plaza de Toros México.
Las obras quedaron colocadas en el extenso jardín interior de la casa ganadera con el fondo de la maravillosa vista que se puede gozar. Todos los presentes quedaron encantados por la fuerza y proyección de las obras por lo que brindaron fuerte ovación al maestro, que lució buen talante a pesar de estar aquejado por algún malestar.
La tienta resultó superior ya que tres de las cuatro vacas se quedaron para servir de vientres por la calidad y bravura al embestir; tentaron, junto a El Pana, Alfonso Mateos, Juan Pablo Llaguno y algunos chavales invitados por el torero tlaxcalteca.
Destaco la presencia de los ganaderos de San Mateo, Medina Ibarra, El Vergel y La Concepción. Invitados especiales que vinieron desde España y la intervención de un grupo de flamenco originario de Sevilla de nombre "¡Viva Sevilla!", que deleitó a los asistentes.