En días pasados le fueron retirados los puntos de sutura a Lorenzo Garza Gaona tras la intervención a la que fue sometido hace dos semanas y en la cual se le colocó un tornillo de fijacción en la clavícula izquierda, luego de la fractura sufrida el 7 de octubre en Pachuca.

Ya con menos molestias, el joven matador continúa en el proceso de recuperación, el cual será largo y lento. En unas seis semanas le será retirado el tornillo, una vez que el hueso haya soldado, y hasta entocnes podrá poco a poco retomar sus entrenamientos, de tal forma que su vuelta a los ruedos será en unos tres meses.

"Esto sobre todo es de mucha paciencia y así lo estoy afrontando. Tengo ya menos molestías y, aunque estoy inmovilizado del hombro y con un cabestrillo, puedo hacer muchas cosas. De hecho ayer fui a los toros en Pachuca y disfruté la tarde, algo que sin duda me ayuda", expresó.

Anímicamente, el torero de dinastía, que se encuentra recuperándose en Tulancingo, Hidalgo, está fuerte, pues sabe que le puede sacar provecho a situaciones complicadas como esta, las cuales le ayudan a reafirmar todavía más su vocación de torero.

"Me siento fuerte de ánimo, pues se que no hay mal que por bien no venga, además de que esta lesión me ha ayudado a hacerme fuerte y a darme cuenta que de verdad quiero ser alguien importante en la Fiesta, a reafirmar mi vocación y a darme cuenta que son gajes del oficio que hay que afrontar y superar", dijo.

El doctor Jorge Uribe, que es el que lo está atentiendo, le recomendó no tomar la muleta para torear de salón ni siquiera con la mano derecha, pues cualquier esfuerzo podría afectar directamente a la clavícula iquierda, que apenas está soldando. En ese sentido, Garza Gaona tiene el "gusanito" por tomar los avíos, pero sabe que es mejor cuidarse lo más posible.