Zacatecas tierra de toros, es el concepto con que en este punto de la geografía taurina mexicana se promueven las actividades relacionadas con la Fiesta que, en este año 2012, adquirieron especial trascendencia por los excelentes carteles de  su –cada vez más importante ciclo anual de corridas– y, además por los eventos culturales organizados alrededor de las corridas de toros.

El caso es que la empresa que gestiona la Monumental zacatecana diseño una interesante agenda de charlas, debates, muestras y conferencias, inscritas en un homenaje al maestro Pepe Alameda a propósito del centenario de su nacimiento.

En lo personal, con mucha satisfacción como profesional de la comunicación, y, emoción por mi condición esencial de aficionado, llegué a esta maravillosa e histórica ciudad cargada de contenidos patrióticos y porque no decirlo... taurinos. Es que para mejor entender el significado social y cultural de Zacatecas como varias privilegiadas ciudades de nuestro continente, debemos, sin lugar a dudas, incorporar el elemento taurino como parte consustancial del patrimonio de nuestros pueblos. Estas raíces históricas, sociales, culturales, políticas y económicas son las que permiten construir la base de un alegato por el espectáculo taurino.

La atenta invitación de la empresa "Zacatecas, Tierra de Toros", que encabezan Manuel Sescosse y Juan Enríquez, nos permitió participar de las actividades académicas que se inscriben en la celebración del prestigioso ciclo de corridas, ahora con otros eventos como la Convención Nacional de Contoromex.

El caso es que programas de esta categoría permitieron a los actores taurinos y a los aficionados, analizar el momento que vive el espectáculo a nivel global y desde el intercambio de opiniones y experiencias, aunar inteligencias y propósitos para contar con mejores armas de defensa de la Fiesta, tarea en que en los últimos años, quienes amamos a esta manifestación artística, nos hemos visto obligados ha llevar a cabo una serie de tareas especíicas, como un acto de reflejo o de reacción ante la  agresiva y constante campaña de agrupaciones antitaurinas que, con variadas motivaciones y métodos, buscan destruirla.

El objetivo de los movimientos antitaurinos, claro está, es la abolición de la fiesta de los toros. Sin duda, este concepto  es un buen producto en el mercado mundial de la información en tiempos en que los grandes temas de la humanidad se debaten en el escenario de los medios de comunicación, en tiempos también en que las corrientes pro animalistas concebidas en la Europa del primer mundo han logrado deformar la conducta de las personas estableciendo una absurda escala de consideraciones morales alrededor de la doctrina pro animal, que sostienen los movimientos de derechos de los animales y de liberación de los animales.

El caso es que este pensamiento, que se propaga a gran velocidad, a un ritmo correspondiente al tercer milenio que es la edad de la tecnología, maneja categorías, sorprendentes y creativas, que apuntan al establecimiento un nuevo orden en el reino animal en el que de manera revolucionaria se eliminen las diferencias entre las especies y todos los animales sean iguales, incluido el ser humano. Este antropomorfismo otorga a los animales derechos éticos y espacios jurídicos, temas que constituyen la base del discurso animalista.

Lo que sucedió en el Ecuador, debe conocerse en su detalle para que el análisis sea válido y las opiniones justas. Aspiramos a que la información que me he permitido compartir, les permita a ustedes, aficionados participantes de la Convención, formarse un criterio real de lo que se vive en el Ecuador y lo que se vive en Quito. Queremos compartir la experiencia ecuatoriana para que el mundo del toro se enriquezca de ella para enfrentar con mejores herramientas la franquicia trasnacional antitaurina.

Lo cierto es que la XVIII Convención anual de Contoromex nos permitió comapartir experiencias de cara al futuro de la lucha por la intregridad de la fiesta de los toros, en la que todos, absolutamente todos los que amamos esta tradición, debemos estar unidos.