El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, ha revocado el contrato de arrendamiento de la plaza "Santamaría" con la Corporación Taurina, de tal forma que el coso cierra sus puertas a la celebración de festejos taurinos, lo que constituye un claro ataque a la Fiesta en la capital colombiana.

Petro ya había amenazado en días pasados en revocar el contrato pues, según dijo, no estaban cumpliéndose los términos. De esta forma, el secretario general de la Alcaldía de Bogotá, Eduardo Noriega, afirmó en en rueda de prensa que a partir de la fecha, en la "Santamaría" no habrá más corridas de toros.

La justificación del alcalde señala que como que había pedido a la Corporación Taurina las corridas dejaran de tener actos de crueldad, incluyendo la muerte del toro y que, como no le hicieron caso, se hace este cambio, lo que sin duda representa una decisión unilateral.

Por su parte, Felipe Negret, gerente de la Corporación Taurina de Bogotá, llamó a la movilización de los estamentos taurinos de la ciudad y la Unión de Toreros de Colombia presentó un recurso ante el Distrito en la que apela al carácter cultural de la tauromaquia y a su derecho al trabajo, además de publicar un comunicado en el que se explica que esta decisión viola al menos seis artículos constitucionales.