De forma por demás positiva concluyó la Primera Feria Nacional de Aspirantes a Novilleros Guadalajara 2012 con el marco de la plaza “Nuevo Progreso" ante su exigente afición, la que realizó una gran entrada, cubriendo todos los tendidos y barreras de sombra, en tarde soleada con algo de viento.

El Patronato de la Academia Municipal Taurina de Guadalajara, encabezado por el ganadero Pablo Moreno, dispuso atinada logística y buena dirección, para llevar a buen puerto, los tres días en los que se vivió el toreo con frescura y emoción, por parte de cada uno de los participantes de las diversas escuelas y academias taurinas del país, que se dieron cita.

Quedando patente, que la semilla de la vocación taurina, tiene grandes posibilidades de alcanzar una joven generación del relevo de la torería nacional, con grandes cualidades para alcanzar lugares de privilegio; así quedó demostrado con el cartel de triunfadores.

Abraham Marín de la Academia Cultural Taurina de La Laguna, lidió un eral de la ganadería de El Vergel con gran calidad y recorrido, haciendo que la suerte de varas se disfrutara con cabalidad por su bravura y alegre arrancada.  Marín ratifico sus buenas maneras y la conexión que tiene con el tendido. Aunque tuvo pasajes de temple y sabor, sobretodo por el lado derecho, no termino de
acomplarse al eral, que se comía los engaños, por lo que todo quedo en una salida al tercio después de un pinchazo y estocada, escuchando un aviso.

André Lagravere, de la Escuela Taurina "Silverio Pérez", que pertenece a la Asociación de Matadores, tiene la magia de una genuina alegría por ser torero, imaginación y frescura, toreo vertical y adornos oportunos que sin duda emocionan al respetable, con  el eral de Ojo de Agua, que le correspondió, puso banderillas y se dio el lujo de invitar a Juan Pedro Llaguno, para que lucieran los dos en el segundo tercio, con la muleta se puso firme y fue cuajando una faena de buen gusto, que rubricó con una gran estocada, cortando una merecida oreja.

Héctor Gutiérrez, de la Academia Municipal Taurina de Aguascalientes, lo dicho, tiene misterio y desgarro en su toreo, cabeza clara para sacrle partido al eral de la ganadería de Pablo Moreno, que tenia clase, pero se desentendía de los engaños, lo sobo y consintiéndolo dejo plasmada su clase y torería en una faena de estrujante emoción, pinchazo y estocada, el público valoro la dimensión de su toreo y se le concedió una oreja lo que pudo haber sido hasta un par de apéndices sino falla con la espada.

Mariano Sescosse de la Escuela Taurina Zacatecana "José Julián Llaguno" ante un eral, con poca presencia y recorrido, de Ojo de Agua, ratifico sus buenas maneras y el gusto por el toreo clásico, aprovechando lo poco que le regalo el ejemplar, con momentos de fino trazo, al termino de su labor recibió aplausos.

Juan Pedro Llaguno de la Escuela Taurina La Esperanza, de Querétaro, tiene don de mando y ubicación, con inteligencia natural y una ambición por lograr el triunfo. Ante un ejemplar de Ojo de Agua, que salía suelto, de tanta fuerza es su vocación, que se subió al caballo de picar, para ejecutar él mismo la suerte de varas, entre el aplauso general. Supo eslabonar una faena, con un abanico de detalles y filigranas de gran gusto y cuando pudo correr la mano, dejó el sello del temple y la cadencia, devolvió la cortesía a su compañero, André Lagravere y colocaron pares con mucha gracia; terminó con una estocada delantera y fue premiado con una oreja.

Diego Sánchez de la Academia Municipal Taurina de Aguascalientes,  tiene el secreto del temple en sus muñecas, con un valor sereno e inteligente. Sabor y torería corriendo la mano, de gran merito su trasteo al eral de Ojo de Agua que se paseó rajado y saliéndose de la suerte; lástima que falló con la espada, por lo que recibió una sonora ovación.

Cerró el concurso de triunfadores Jorge Pérez que pertenece a la Escuela Taurina "Silverio Pérez" de la Asociación de Matadores, destacando sus verónicas con el capote cargando la suerte con cadencia; puso banderillas, siempre en la cara del eral de Ojo de Agua que fue rajado y complicado, estuvo aseado y torero. Por momentos lucio su clase con la muleta; pinchazo y estocada saludando en el tercio.

La otra parte del festejo tuvo emotividad y arte, ya que salieron por delante los dos alumnos de la Academia Municipal Taurina de Guadalajara, Francisco Miramontes "Lagartijo" y Carlos Casanueva, que en los próximos días habrán de viajar para  España, para formar parte de la Escuela Taurina de Arganda del Rey bajo la tutela de la Fundación El Juli, donde ya fueron aceptados después de meritorias gestiones por parte del patronato que dirige la academia.

Lagartijo, ante un novillo de La Concepción,, estuvo valiente y tesonero, pues el ejemplar tenía cierto genio, pero que fondo bueno, el que por momentos aprovechó, dejando en claro la gran clase que atesora y la hondura de su toreo. Le sentimos un tanto nervioso y presionado, el novillo exigía una mayor firmeza para someterlo, cosa que no es tarea fácil.  Resolver estos crucigramas en el toreo, requiere tener más toros metidos en el cuerpo.

Carlos Casanueva se encontró con un extraordinario ejemplar de la ganadería de Medina Ibarra, noble y con un lado izquierdo de dulce, al que toreo con sentimiento y suave trazo, desde las verónicas, en las que se gusto, sabe correr la mano con temple y mantiene la comunicación con la emoción, cuajando naturales largos, templados. La faena tuvo transmisión por la calidad del eral y por la clase del torero, que mató de tres cuartos de espada para recibir las dos orejas entre la ovación de los asistentes.

Es importante señalar la gran labor realizada por el director artístico de la Academia Municipal Taurina de Guadalajara, el matador Miguel Ángel Martínez “El Zapopan”, que mantuvo la logística del evento y debida atención con cada uno de los participantes, de manera ejemplar.