Los matadores Christian Ortega y Víctor Mora, que cortaron una oreja por coleta ayer en la Plaza México, en el cierre de la Temporada Grande, se encuentran contentos por el triunfo logrado y ambos esperan que tenga una buena repercusión.

"Esta oreja es un tanque de oxígeno": Ortega

Para Chistian Ortega, la oreja que le cortó al primer ejemplar de la tarde es muy importante para su carrera, pues necesitaba mucho este triunfo para poder abrirse caminos y sumar fechas en provincia, buscando que su carrera tome vuelo.

"La verdad estoy muy contento, pues la oreja que corté ayer en La México es auténticamente un tanque de oxígeno para mi carrera. Deseo que este trofeo pueda ayudarme a abrir puertas de otras plazas y, si Dios quiere, poder regresar la temporada que viene a este coso", señaló.

El toro de Cuatro Caminos que enfrentó, primero de la tarde, tuvo cualidades importantes que le permitieron estructurar una faena con pasajes interesantes y que disfrutó mucho.

"El toro fue muy bueno, pues tenía calidad ensus embestidas y recorrido. Siempre lo lleve enganchado desde adelante y disfruté la faena, sobre todo toreando al natural. Esos olés de La México son un bálsamo de vida. Lástima que pinché a mi segundo, pues creo que le pude haber cortado también la oreja, lo cual me hubiera redituado en la salida a hombros", externó.

"El triunfo me cae de gloria": Mora

A pesar que las cosas parecían no rodar de la manera deseada y parecía que la tarde se escababa mientras que sus alternantes triunfaban, Víctor Mora nunca perdió la esperanza delante del sexto de la tarde, un ejemplar que fue agradecido.

"La faena fue larga pero jamás perdí la esperanza. Al toro lo fui cuidando, dándole su aire y fue agradecido, pues embistió muy bien por el lado izquierdo y pude pegarle naturales muy sabrosos. Esta oreja me cae de gloria, pues La México es una plaza con repercusión y espero que esto me ayude", comentó.

En un hecho como comín, la autoridad le sonó un aviso antes de tirarse a matar. Sin embargo, esto no presionó al hidrocálido, pues estaba más concentrado en redondear la faena para buscar cortar la oreja.

"Sí escuché el aviso, pero no le hice caso (risas), ya que estaba concentrado delante de la cara del toro pues iba por la oreja, lo que finalmente pude conseguir. El público estaba metido en la faena e incluso le recriminó al juez por el aviso. Me entregué en la suerte suprema, pues había que matar a ese toro", expresó.