Durante la sesión del Congreso del Estado de Jalisco celebrada ayer, la fiesta de los toros obtuvo un resultado positivo con relación a la iniciativa propuesta por el diputado Raúl Vargas López, del PRD, para que se considere el espectáculo taurino como Patrimonio Cultural en el Estado de Jalisco, y de forma particular que las plazas de toros de Cañadas de Obregón y de Tlaquepaque sean rescatadas como patrimonio cultural de los jaliscienses.
 
Los argumentos se traducen en que ambos cosos son escenarios taurinos mudos testigos de la tradición y arraigo del arte del toreo en el gusto de los jaliscienses, la primera que data del año 1680 y la segunda del año 1898 lo que las instala como inmuebles taurinos de una importante antigüedad.

La votación positiva se concreto con 24 votos a favor y 6 votos en contra, por lo que el acuerdo continuara con su curso protocolario hasta la firma del decreto.

Desde luego que no faltaron los inconformes que se manifestaron a las puertas del Congreso del Estado con pancarta y voces en contra de la fiesta de los toros, como ya suele ser habitual, pero en este caso su demanda no trascendió.

Por lo pronto se ha dado un paso firme para que en función de los principios de la UNESCO el decreto se formalice de tal suerte que se podrá contar con recursos para la manutención de los inmuebles mencionados, además de abrir la puerta para el blindaje del espectáculo taurino en el Estado de Jalisco, que sería el paso siguiente a seguir.