El torero hidrocálido Víctor Mora fue el máximo triunfador del festival taurino celebrado esta tarde en la Monumental "Lorenzo Garza", de Monterrey, luego de cortar dos orejas, mientras que Mari Paz y El Chihuahua pasearon un trofeo por coleta.

El festival taurino "Pablo Lozano Pablote", organizado por la entusiasta empresaria Vicky Lozano en la Monumental, lo dedicó este año al comentarista taurino Julio Téllez (ausente por enfermedad), con motivo de los 39 años ininterrumpidos que cumple su programa "Toros y Toreros" que se transmite por el Canal 11 del IPN.
 
En el festejo también actuaron Paco Dóddoli, quien tuvo una buena actuación pero la malogró al eternizarse con la espada, así como Guillermo Ibarra y Hernán Ondarza, quienes se toparon con dos ejemplares que no se prestaron para su lucimiento.
 
Tras el despeje de cuadrillas y con la presencia de la Banda de Guerra del Ejercito Mexicano, se rindieron honores a la bandera y se entonó el Himno Nacional. Luego, los matadores se dirigeiron al centro del ruedo donde de una red soltaron a las alturas globos blancos, como manifestación de la paz y tranquilidad que se requiere en Nuevo León.
 
Con el primero de la tarde, "Don Julio", Dóddoli ejecutó una faena por ambos lados, con una fuerte carga de clasicismo en los muletazos. Desafortunadamente se puso pesado con el acero y perdió la oreja que ya tenía ganada.
 
Guillermo Ibarra, con "39 años", realizó una faena un tanto atropellada, sin hilación ni sentido, no logrando calentar el ambiente en los tendidos.
 
El regio Hernán Ondarza se enfrentó a "Canal 11", otro novillo tobillero que le buscaba las piernas en repetidas ocasiones. Realizó una faena de pitón a piton en el tercio final, tras andar con precauciones durante la lidia.
 
La española Mari Paz Vega encendió la mecha de la ilusión al saludar con sobriedad y estilo a "Cronista", el mejor de los novillos hasta entonces y que le permitió ejecutar una faena pulcra, con el sentido de la distancia y la templanza en su punto. Mató de pinchazo y estocada y se le concedió una oreja.
 
Victor Mora recibió alegremente a "Toros y Toreros", un extraordinario ejemplar de la vacada nuevoleonesa de El Vergel y con el que lució en los lances. Con la franela se dio gusto toreando por ambos lados, haciendole cuanto le vino en gana al novillo, al que prendió con suavidad en los muletazos de trazo largo, desgranandose los olés en el tendido.

En el último tramo dela faena y cuando la afición pedia el indulto, Mora se tiró a matar y sepultó una estocada entera en buen sitio de efectos retardados, que liquidó al ejemplar sin puntilla.
 
Cerró plaza Antonio García "El Chihuahua" con "Paz", otro bravo y noble ejemplar que tuvo recorrido. Como ya es costumbre el diestro hizo gala de su toreo alegre y bullanguero, en el segudno tercio, adornando a la res con tres pares de banderillas, al cuarteo, la moviola y un par al violín que le fueron aplaudidos. Mató de estocada concediendosele una oreja.
 
Fuera de reglamento
 
No obstante que el festejo resultó entretenido, es preciso consignar que los organizadores y el propio juez de plaza, Antonio Quiroga, pasaron por alto el Articulo 21 del Reglamento Taurino Vigente para el Municipio de Monterrey y que en el Capitulo III, concerniente al Juez de Plaza, a la letra dice:
 
"Queda terminantemente prohibido tocar el Himno Nacional, salvo el caso de que se presente el C. Presidente de la República y si el estado mayor lo autoriza, prohibiéndose también que las banderillas, adornos, jaeces de las mulas, etc., tengan combinados colores de nuestra enseña patria".
 
Resulta increíble que quien fungió como maestro de ceremonias, Ricardo Torres Martínez, quien hace años estuvo como asesor del ex juez de plaza Sotero Arizpe, haya pasado por alto esta situación lo cual significa que no se aprendió el Reglamento en su momento.
 
Habrá que ver cómo fue que Quiroga obtuvo el permiso del Estado Mayor Presidencial para permitir que se rindieran honores a la Bandera y se entonara el Himno Nacional, lo que dicho sea de paso le dio un toque sublime al evento, al sensibilizar las fibras de los asistentes quienes ovacionaron a los militares en reconocimiento a su labor desempeñada por las calles de Monterrey y su area metropolitana en esta epoca dificil por la que atraviesa el estado.
 
Sin embargo, de acuerdo a algunas opiniones de los aficionados, el hecho no debería tener repercusiones negativas dado que en otros deportes y espectáculos se entona sin necesidad de un reglamento, el Himno Nacional.