Este próximo sábado 26, la Plaza de Toros Monumental de Tijuana, Baja California Norte, cumple cincuenta años de haber sido inaugurada. Su obra y construcción la originó el hombre de empresa y visionario, Mayor M. V. Z. José Salvador López Hurtado (q.e.p.d.), que con la misma visión empresarial había inaugurado un par de años antes la Monumental de Ciudad Juárez, personaje que se dedicó, luego de graduarse del Colegio Militar, a su carrera como médico veterinario.

En su artículo "El hombre pasa, la obra queda", Valeriano Salceda "Giraldés" narra lo siguiente:

"Se acercaba el final de 1959 y el Mayor José Salvador López Hurtado, propietario y empresario de la plaza de Monumental de Ciudad Juárez se puso en contacto con los señores Alfonso Bress y Enrique Jordá dueños de El Toreo de Tijuana, con la idea de comprar la plaza y se la ofrecieron en dos millones de dolares de los de aquella época ,y El Mayor les aseguró que con ese dinero él podía construir un plaza de toros mejor que la de ellos, y le contestaron: `Bueno eso dice usted. Decirlo es muy fácil. Vamos a ver si usted es capaz de hacerla`".

El Mayor curiosamente nunca había estado en Tijuana y decidió impulsar uno de los proyectos más importantes de su vida:  La Plaza Monumental, que por su ubicación geográfica de cariño la conocen como "Las Playas".

En un artículo realizado hace 10 años por don Antonio Guzmán Soto, se hace relevancia al impacto económico que hubo en Tijuana en los años cincuenta ya que en ese entonces era muy visitada por cuantiosa cantidad de norteamericanos y que la plaza de toros ¨"El Toreo" era la que tenía mejores resultados económicos, además existía el Jai-Alai que daba seis funciones por semana, el hipódromo "Caliente" que realizaba carrera de galgos todas las noches, y no se diga de todos los negocios de la famosa Avenida Revolución.

El Mayor, visitó por primera vez Tijuana siendo acompañado por su amigo Juan José Torres Landa, que era socio de una compañía que había adquirido un rancho pegado al mar con la intención de fraccionarlo. CuandoTorres Landa le indica al Mayor el monumento que marca la línea divisoria entre los Estados Unidos y México, éste le dijo "Si me vendes esta esquina, pronto vamos a tener plaza de toros".

Y fue así,  solamente tardaron 116 días para construir la plaza, que se localiza en un lugar geográfico único: al norte a unos cuantos metros de los Estados Unidos y al poniente a otros cuantos del Océano Pacífico, siendo considerada la tercera plaza de toros más grande del mundo.

Como me comentó Antonio López Hurtado, propietario actual de este inmueble, la plaza fue prefabricada, proporcionándome un artículo del mismo en donde se dan a conocer los pormenores de su construcción.

La compañía responsable que fabricó los elementos de concreto pretensionado fue Concrete Free Stress, de San Diego, California, y el director de la obra fue Solórzano Lozano. El estudio de profundidad oceanográfico fue de 110 pies y el tipo de concreto fue Pre-fabric.
 
La superficie total de la plaza es de 90 mil metros cuadrados, mientras que la  altura desde el nivel del suelo es de 22 metros y el diámetro del ruedo es de 40. La profundidad del ruedo desde el nivel del piso es de 10 metros, contando con un aforo para 24 mil aficionados cómodamente ubicados.

Además, cuenta con 40 palcos de contrabarrera para seis personas cada uno, cinco corrales y una corraleta. El coso tiene enfermería y un quirófano para la cirugía más avanzada.Para el espectáculo, hay alumbrado artificial y sonido. Es tan cómoda la plaza que, con lleno completo, se desalojan los tendidos en aproximadamente seis minutos.

En aquella tarde inaugural del 26 de junio de 1960, fue testigo don Rodolfo Gaona, haciendo el primer paseíllo Alfonso Ramírez "Calesero", Rafael Rodríguez y Antonio del Olivar, quienes lidiaron un primer encierro en este coso de José Julián Llaguno. Cabe mencionar que esa misma tarde se llevó a cabo otra corrida de toros en el "El Toreo" de Tijuana, donde estuvieron acartelados Curro Ortega, Joselillo de Colombia y Carlos Saldaña, quienes despacharon un encierro de La Trasquila.

Como invitados de honor, junto al Califa de León, estuvieron los gobernadores de Baja California Norte y de Chihuahua, Esquivel Méndez y Teofilo Borunda, respectivamente. El primer toro que saltó a la arena se llamó "Rondeño" y la primera oreja fue para Antonio del Olivar.

Conocí y traté bastante al Mayor López Hurtado y algo que lo caracterizaba era el sentirse muy contento con sus plazas de toros; lo veía llegar a la Monumental de Ciudad Juárez y siempre, antes de entrar a las oficinas, se paraba para recortar su plaza de arriba hacia abajo. Sus pláticas y anécdotas éstaban impregnadas de mucho conocimiento y sabiduria.

Felicidades a la famila López Hurtado y a toda la afición tijuanense por este 50 aniversario de la Plaza de Toros Monumental "Las Playas", en la que se ha presentado lo mejor de la torería universal, siendo además una plaza muy representativa de México.