Y es que los ejemplares de este hierro hidalguense, que ha tenido un buen año en distintos cosos del país, no ha sido el caso ahora, al desfilar por la puerta de toriles algunos con hechuras y pelaje de encaste Domecq, y otros bastos, pero con la generalidad de la mansedumbre, aunque algunos recargaran en el caballo, pero al final, con poco contenido, con uno con peligro, que fue el caso del que abrió plaza, y salvo el segundo, que permitió el toreo.
Saldívar tanteó al primero de su lote, que saludó con tres chicuelinas, muy aplaudidas. Othón Salinas ejecutó una buena vara, siendo reconocido, y el torero comenzó su trasteo por alto, metiendo a un toro que fue abanto, logrando cuajarle una faena vibrante, que caló en los tendidos.
Los ayudados que ejecutó fueron largos y con calidad, gustándose, a esta res que tuvo clase y fijeza, aunque le faltó un punto de transmisión. Terminó buscando las tablas y ahí fue el diestro a buscarlo para extraerle otras tandas, templadas éstas, que le reconocieron con fuerza. Mató de estocada desprendida y cortó una oreja.
Con el quinto, Saldívar lanceó a un toro que echaba las manos por delante de salida y fue flojo al caballo, de un desordenado primer tercio. Comenzó doblándose con la res, tratando de hacerse de su embestida, pero el burel fue huidizo y se desentendía de lo que tenía delante de él, buscando siempre el refugio de las tablas. Tras tirarse a matar, señalando tres cuartas raciones de acero desprendidas, el toro se complicó aún más, pues pegaba arreones, y el torero se obstinó en usar el descabello cuando el de Torreón de Cañas aún tenía fuerza, así que puso de cabeza a torero y cuadrillas, sufriendo éstas desarmes, escuchando finalmente los tres avisos.
José Mauricio apenas lanceó a un toro que de salida fue abanto y sin fijeza, al que terminó bregándolo. Recibió la res dos refilonazos, siendo violento en el encuentro en el peto del picador Daniel Morales, que fue derribado y del que de un derrote resultó con un puntazo. El ejemplar también hizo pasar apuros a los banderilleros, al arrollar. Se dobló con determinación con el astado, pero como careció de entrega no remontó la faena; se pensaba por momentos las embestidas y el torero no pudo hacer mucho. Señaló un pinchazo, casi entera trasera tendida y certero golpe de descabello, para salir al tercio a escuchar el reconocimiento del respetable.
Al que abrió plaza le pegó algunos lances a un toro de salida incierta. En el puyazo que recibió empujó el animal. A la hora de querer correrle la mano al toro, de feas hechuras, por cierto, se le coló en dos ocasiones al torero, además de defenderse, echando la cara arriba, por lo que Mauricio decidió abreviar acertadamente, optando por lidiarlo. Lo despachó señalando un pinchazo y casi entera caída.
Por su parte, Antonio Lomelín poco pudo hacer con el capote con el tercero. Señaló una buena vara Omar Morales. Con la muleta comenzó doblándose, y entre que el toro no se empleaba y que al torero pareció que le faltó encontrarle la cuadratura el círculo a aquel crucigrama, no se concretó un trasteo. Tras dos pinchazos y un golletazo, escuchó división de opiniones al retirarse a la barrera, disculpándose con un gesto por la estocada tan defectuosa.
Con el que cerró plaza, que escuchó algunas protestas de salida por su justa presencia, tampoco hizo algo de capa. De muleta comenzó doblándose y hay que destacar que trazó una tanda de naturales de uno en uno, a un toro que terminó rajándose y defendiéndose como el resto del encierro. El torero escuchó un aviso.
El próximo sábado 4 de octubre, en el día de San Francisco de Asís, están anunciados el rejoneador Javier Funtanet y los Forcados de Pachuca, así como dos toreros de la "Cosecha del 22": Héctor Gutiérrez y Arturo Gilio, quienes lidiarán un encierro de Xajay.