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Fonseca corta tres orejas en Juriquilla

Lunes, 15 Sep 2025    Qro, QRO.    Fernando Romero | Foto: NTR | Briones          
En una corrida maratónica de nueve toros de cinco distintas ganaderías
Isaac Fonseca (azul bahía y oro) cortó tres orejas hoy en Juriquilla, y salió a hombros al final de tradicional -y maratónica- corrida de Fiestas Patrias, en la que se lidiaron cinco ejemplares de rejones, tres de Tarik Othón (uno de ellos de regalo) y dos del debutante André; además de los cuatro para el moreliano y Antonio Ferrera (blanco y oro), respectivamente, que pertenecieron a cinco distintas ganaderías.

Los anales de nuestra historia relatan que el 15 de septiembre -de aquel 1810- los insurgentes, acaudillados por el cura Hidalgo, se alzaron en una peculiar insurrección para establecer un nuevo orden político; pero sin romper lazos con el rey Don Fernando VII. La herencia de aquellos tres siglos de presencia hispana en el norte de Mesoamérica fue el acervo que innegablemente integra la tauromaquia; esa que esta tarde celebramos con un encuentro de diestros nacionales y extranjeros: de Portugal, España y México… el sincretismo que nació mucho antes de la actual globalización.

La espléndida tarde de este día en el que recordamos el inicio de aquella decimonónica gesta nos dio pie a celebrar, también, una corrida de toros que despertó el interés de una afición que atiborró las diversas localidades de la Plaza de Provincia Juriquilla; el cartel: la presentación del novel rejoneador André, acompañado del queretano Tarik Othón; y a pie, Antonio Ferrera e Isaac Fonseca; quien resultaría triunfador del festejo.

El joven michoacano volvía al albero que lo había acogido desde sus épocas de novillero y vino a refrendar el cobijo que la afición local le mostró desde entonces. Con el primero de su lote ("Disflexo", de Barralva) se abrió de capa sin mayor trascendencia; luego, tras un par de puyazos y un lucido tercio de banderillas -en el que destacaron los dos pares de Fernando García- se colocó en el centro del ruedo para iniciar con una electrizante tanda de hinojos y cambiados por la espalda. El toro embestía descompuesto por el pitón derecho pero eso no arredró a Isaac; la faena fue cambiando de terrenos hasta que el burel se refugió en su querencia natural, sitio en el que Fonseca cerró su labor. Una oreja tras aviso. 

El segundo para el moreliano ("Mi Chino", de Ordaz) permitió a Fonseca brindar mejores momentos desde una variada serie con el capote; provocó un tumbo al varilarguero y puso en aprietos a los banderilleros. La faena tuvo el sello de la casa: toreo de exposición y alternancia en los cites por ambos pitones; el diestro sabe cómo mostrar su tauromaquia y el público lo acepta tal cual. Una estocada casi entera, delantera, derribó al de Ordaz y el entregado público pidió las dos orejas; el juez Manuel Naredo dilató un poco en conceder la segunda.

De forma un poco extraña, el cotarro dio un trato dispar al torero español que venía de triunfar en la Corrida de la Insurgencia; su primer enemigo ("Tertuliano", de Barralva) no dio concesiones; salió distraído y no le permitió lucir con su vistoso capote verde olivo; pasó el segundo tercio y llegó a la muleta pero sin entregarse. Ferrera decidió ir a la barrera por el acero y un sector del público, sin valorar las condiciones del toro, recriminó la decisión del torero.

El segundo para Antonio ("Ostia", de Ordaz), un bonito cárdeno que generó esperanzas del público, le permitió lucir con el aceitunado capote; tras una vara y los adornos banderilleros, plantó las zapatillas en la arena pero el de Ordaz no permitía la ligazón y tuvo que recurrir a breves tandas, de uno en uno, en un intento por agradar a los numerosos asistentes. Fue una labor de mando y más oficio que repercusión en los tendidos. Se tiró a matar y el estoconazo tardó en hacer efecto y mientras oficiaba con el verduguillo, escuchó un aviso. Escuchó palmas.

Los caballeros merecen un capítulo aparte. El rejoneador queretano -que volvía a la plaza en la que recibió la alternativa hace casi un año- sigue ofreciendo las muestras de sus avances como equitador y como torero; para el primer toro de la tarde (segundo ejemplar del festejo: "Gritón", de Montecristo), el de la tierra decidió clavar un par de rejones de castigo alternando su actuación con episodios de doma y temple a caballo; lucidas banderillas del personalizado zarzo para después permitir la presencia de los forcados de Juriquilla, grupo que concretó la pega y provocó la ovación del público. Mató en el segundo intento y saludó en el tercio. 

Arrancó la segunda mitad del festejo con la aparición del segundo toro para rejones ("Lluvioso", de Julio Delgado); Tarik se colocó en los medios para recibirlo y clavarle el rejón de castigo; de nueva cuenta se lució en banderillas que le fueron aplaudidas. Los forcados queretanos pasaron "las de Caín" para concretar la pega en el tercer viaje. El rejoneador queretano volvió con los últimos adornos y fue por la hoja de peral que hundió al tercer intento… palmas con leve petición de oreja.

Con el afán de cumplirle a su afición, ofreció un toro de regalo (Calladito, de Reyes Huerta) con el que, pese a su entrega, pasó prácticamente inadvertido; esto, sumado a la elongada noche de nueve ejemplares. Los dos grupos de forcados combinaron una peculiar congragación que logró consumar su cometido en el primer encuentro y un emocionante relevo del coleador. Poco que agregar al esforzado quehacer del queretano.

El debutante luso-mexicano -André- enfrentó dos novillos de corte diverso que, pese a las dificultades que exigían al novel caballista, le concedieron la oportunidad de exponer sus cualidades y la voluntad de llegar a ser. "Farolero", de Barralva, tardó en enterarse; luego de recibir el rejón de castigo, y a una aparente merced de André, le concedió la oportunidad de lucir esporádicos encuentros. Batalló para darle muerte y escuchó palmas.

El que sería cierraplaza ("Gironto", de Barralva) también, como su hermano, demoró en fijar la mirada en las monturas; el joven rejoneador pudo ofrecer cómo se prepara y se ejecutan las suertes en la denominada "arte de Marialva"; la escuela bien entendida y ejecutada por el debutante. El aprendizaje nunca termina; el diestro extremeño, en una humilde actitud de mentor y casi mecenas, se acercó para orientarlo en el uso del verduguillo. Así cayó el telón de la tradicional corrida juriquillense.

Ficha
Provincia Juriquilla, Qro.- Plaza Juriquilla. Corrida de Fiestas Patrias. Lleno de "Agotado el boletaje", en tarde de temperatura agradable, con algunas ráfagas de viento. Cuatro toros de Barralva (3o., 4o., 5o. y 6o), y dos novillos de Ordaz (1o. y 8o., rejones), Montecristo (2o., rejones), Julio Delgado (5o., rejones) y Reyes Huerta (9o., rejones, de regalo).  Pesos: 380, 490, 496, 477, 485, 487, 486. El rejoneador André: Palmas y división tras dos avisos. El rejoneador Tarik Othón: Ovación, palmas tras aviso y palmas en el de regalo. Antonio Ferrera: División y palmas tras aviso. Isaac Fonseca: Oreja y dos orejas. Incidencias: Los Forcados de Querétaro y los Forcados de Juriquilla tuvieron una tarde muy complicada y se vieron en dificultades para poder pegar los toros, aunque la gente reconoció su gran esfuerzo y fueron ovacionados. Al finalizar el paseíllo se rindió un minuto de aplausos a la memoria del ganadero don Sergio Hernández González, de Rancho Seco, fallecido este día. Y se entregó un reconocimiento al apoderado Paco Olvera por sus 20 años de colaboración con la empresa. La corrida tuvo una duración de 4 horas.


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