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El Brillante o el arte de torear por gusto

Jueves, 26 Jun 2025    CDMX    Redacción | Infografía: LM   
Alfredo Gómez realiza un interesante repaso de su trayectoria
Alfredo Gómez "El Brillante" festejará por todo lo alto el 50 aniversario de su presentación en la Plaza México, que se cumple precisamente este domingo 29 de junio, y lo hará con un festival taurino del recuerdo, al lado de otros triunfadores de su época y la actual, en lo que será una interesante combinación.

El evento tendrá lugar en el Cortijo "Los Ibelles", a las 12:30 horas, y también actuarán Guillermo Montero, Paco Doddoli, Manolo Mejía, Sebastián Ibelles y el aspirante a novillero Salvador Santoyo, para lidiar seis ejemplares de distintas ganaderías: tres de Marrón, dos de Pedro Haces e hijos y uno de San Fernando.

"La idea del festival surgió debido a que el día 29 cumplo 50 años de que debuté en la Plaza México y tuve la fortuna de salir a hombros al cortar dos orejas. Ese día debutó también David Silveti y se despedía Carlos Serrano "El Voluntario", un gran torero que tomó la alternativa a los ocho días. Fue una novillada de Jesús Cabrera y le corté las dos orejas a mi segundo toro. Repetí una semana después con otra novillada y volví a cortar las dos orejas. Fue una temporada muy importante para mí".

Con 66 años cumplidos el 4 de abril pasado, El Brillante menciona que se siente bien físicamente, aunque como es lógico le cuesta un poco de trabajo, pero aun así está muy animado en volver a sentir los trastos delante de un ejemplar.

"Se dice fácil, pero son 50 años, pero si lo puedo hacer, ¿por qué no?, fue así que invité a Guillermo Montero, que es un poquito mayor que yo, pero toreamos mucho de novilleros y fue también triunfador en La México donde cortó un rabo en 1974. La idea era que también me acompañara El Voluntario por las temporadas que tuvimos los tres en México, que fueron muy importantes, a plaza llena, pero tiene un compromiso, por eso entró Paco Doddoli. También invité a Manolo Mejía, otro triunfador y más joven que nosotros, y completa el cartel Sebastián Ibelles, que es un torero con mucha proyección, así como a y mi alumno, el aspirante a novillero Salvador Santoyo".

Comentó que los novillos que lidiarán andan por los 350 kilos, con excepción del de Sebastián Ibelles, que será un poco más grande por ser el más joven de los matadores anunciados en el cartel.

El día que se alejó de los ruedos

Narra el matador capitalino, nacido en la Ciudad de México, que en la historia del toreo de la Plaza México es el más joven en haber toreado, ya que tomó parte en un festival del Día del Niño cuando tenía once años y además le cortó las orejas al becerro que le tocó en suerte. Debutó a los 15 años como novillero y tomó la alternativa cuando tenía 17 años.

"Toree tres temporadas en la Plaza México y estoy en tercer lugar de los novilleros que más han toreado ahí. Mi debut profesional fue en 1975. Tomé la alternativa hasta 1979, en una temporada que dio Chucho Arroyo en Pachuca, con Manolo Martínez como padrino, y Cruz Flores de testigo, con toros de De Santiago. Luego de eso se me fue relegando mucho y sí me sentí muy mal por eso, después de haber tenido triunfos importantes en México".

Resulta extraño que en su confirmación en la Plaza México no haya tenido padrino, ni testigo, y así lo explica El Brillante.

"El doctor Gaona me tuvo parado mucho tiempo, me decía que me iba a apoderar, a poner en un buen cartel y pasó el tiempo y no me dio ningún pitón, se perdió tiempo y luego dejó de ser empresario. Entró el entonces Departamento del Distrito Federal y se hizo un Patronato que lo formaban Chucho Arroyo, Lalo Azcué, el maestro Joselito Huerta y Manuel Jiménez, quienes nos hablaron a toreros como yo para decirnos que nos iban a poner. Comenzaron con una temporada de novilladas y luego vendrían las corridas en Jueves Taurinos y domingos, para confirmar, pero en eso Televisa le dejó la plaza a Curro Leal y comenzaron los problemas manipulando a los subalternos y poniendo trabas al Patronato".

Así pasó el tiempo, entre promesas y suspensiones, hasta que se acordó que la corrida que debería darse en noviembre se pasó hasta abril, en la que debía confirmar.

"Se dieron dos corridas, de siete toreros y hubo cuatro heridos. Ya desde ahí se me fueron quitando las ganas. Si me sentí mal en un momento que me fueran relegado. Había sido triunfador importante en La México, hubo fallas de no haber tomado la alternativa en el momento. Toree corridas, pero se negaba el ponerme en más plazas y se fue haciendo muy complicado. Debo haber toreado unas 50 o 60 corridas de toros en 10 años".

La puntilla

Por si fuera poco, en esa corrida de siete toreros, se acordó que no habría cesión de trastos, pues eran varios los que iban a confirmar en la misma tarde y entonces la corrida se haría muy larga. En el sorteo se decidió que no hubiera ceremonias de entrega y devolución de trastos, un hecho que generó controversia y un gran malestar entre los toreros anunciados.

"Yo lidié la corrida de San Marcos y estuve bien con un toro muy serio, castaño, sin llegar a cuajarlo, soy honesto. Se me dio bien, di la vuelta al ruedo, pero pude cortar la oreja, creo que pude haber estado mejor. Pero la ilusión ya no era la misma por todo lo que había sucedido. Fui de los que salieron ileso, ya que Javier Tapia "El Cala", Cruz Flores y Montejano, resultaron heridos".

Agregó que en ese momento se vino abajo moralmente y más cuando les dijeron que pasaran a la oficina a cobrar por su actuación.

"Fui con Lorenzo Garza y El Cala, todavía convaleciente de la cornada. Al llegar, Chucho Arroyo dio órdenes de que nos sirvieran de comer mientras la contadora nos recibía uno por uno. Salí de la oficina con un cheque por ¡50 pesos!, y has de cuenta que me mentaron la madre.

Yo no esperaba que me dieran un quinto, pero tenernos ahí una hora y que nos dieran un cheque de 50 pesos (que serían unos 700 pesos de hoy) fue la peor ofensa que me han hecho en mi vida como ser humano y como torero. En ese momento decidí no volver a torear en mi vida. Me amargué, pues todo torero merece respeto y yo no soy un cualquiera. Triunfé en México, en plazas de provincia y en Venezuela, y con eso me dieron la puntilla".
 
Volvió por gusto

Por todo eso, un día decidió vender sus trajes de luces, de lo que ahora se arrepiente, pero lo hizo para no tener el deseo de volver a torear.

"Yo no quería andar pidiendo limosnas, no soy de esos. Esa fue mi corrida de confirmación, sin cesión de trastos. Tardé como año y medio fuera del medio, sin ver gente y me puse a trabajar en mis negocios".

Con el tiempo volvió, por gusto, y comenzó a ayudar a Humberto Flores, a su primo Atanasio Velázquez, a Guillermo Capetillo y varios más, así como dar clases, sin cobrar, a aficionados prácticos, entre ellos también a Salvador Santoyo, de 15 años, como aspirante a novillero.

Estoy muy entretenido en seguir viviendo esta Fiesta que me apasiona y seguirá apasionando hasta que muera. Por eso hago este festival, para festejarme. Te soy sincero, he toreado pocos festivales, voy al campo de repente, pero esta para mí es una tarde muy importante y por eso le estoy dando esa importancia que se requiere para que todo salga bien y pueda volver a cortar las orejas", afirmó.


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