Una corrida de rejones vibrante, que cautivó al público de principio a fin, fue la que cerró con broche de oro la Feria de San Marcos 2025, teniendo como máximo triunfador del Serial Taurino a Guillermo Hermoso de Mendoza, que en esta única comparecencia cortó la abultada cifra de cuatro orejas y rabo tras cuajar a los dos toros de su lote, ambos de la ganadería de Peñalba, de Javier Bernaldo, que echó una gran corrida de toros.
Bajo la atenta mirada de su padre, que no se le separa ni un minuto, el joven Guillermo sabía que hoy podía ser una tarde importante para continuar consolidándose en México, y vaya si la aprovechó, eligiendo ese encierro de Peñalba que ya le había reportado, lo mismo que a Pablo Hermoso, y al propio Fauro Aloi, buenos dividendos en otras plazas del país.
Y tuvo la suerte de llevarse el mejor lote de la corrida, no obstante que el toro que se lidió en segundo lugar terminó por lesionarse, pero tuvo un comienzo magnífico delante de los caballos de Guillermo, que hoy mostró un magnífico nivel de toreo y una facilidad para conectar con un público que cada vez se identifica más con su personalidad.
Distinto a su padre en las formas, más quizá no en el fondo, Guillermo se mostró explosivo y dinámico en todo momento, galopando empleando a "Regaliz" para recibir al comodito y bajo toro que saltó al ruedo en segundo lugar, al que más tarde toreó de costado con "Orfeo", un caballo lusitano de preciosa lámina, al que luego se sumó "Extraño", que tiene una expresividad como pocos caballos en la actualidad, porque no sólo va de frente con el pecho sino que mete prácticamente la cara en medio del testuz de los toros.
Con la gente entregada y el ambiente en los tendidos, acabó toreando por hermosinas llevando cosido a la grupa del caballo al toro cárdeno de Peñalba, que de no haber caído en un par de ocasiones a la arena hubiese terminado como había empezado, galopando con ritmo y calidad. Pero no por ello la faena de Guillermo decayó, porque se adornó con banderillas a dos manos y mató de un certero rejón para cortar las primeras dos orejas de la función.
El quinto fue un toro con más trapío, colorado de capa, que también le permitió mostrarse de salida otra vez montando a "Regaliz", con el que se dobló muy bien en los mismos medios de la plaza, antes de que vinieran una sinfonía tempestuosa de toreo a caballo, a veces con unos procedimientos sumamente ágiles, un tanto temperamentales, pero con ese afán de triunfo que un rejoneador joven quiere demostrar su ímpetu a la gente, que hoy lo vitoreó con júbilo en medio del clamor generado por la festiva "Pelea de Gallos".
Con "Ilusión" acabó de cuajar al toro "Azafrán", que así se llamaba el de Peñalba, clavando con precisión y haciendo las cosas con ese virtuosismo del que nacía prácticamente montado a caballo.
Ya con la gente completamente rota ante esa extraordinaria demostración de toreo a caballo, Guillermo fulminó al toro con un rejón de castigo ejecutado con maestría y el toro salió rodado sin puntilla, con el jinete puesto en pie delante suyo luego del brinco que pegó desde "Justiciero", caballo estrella con el que había clavado hasta dos pares a dos manos, y así fue como le tumbó el rabo al toro de Peñalba para, minutos después, invitar al matador retirado y ganadero Javier Bernaldo a compartir este significativo triunfo luego de haber ejecutado una virtuosa sinfonía de toreo a caballo.
Consciente de que no podía irse sin triunfar, Fauro Aloi, que había estado entonado ante el tercero, otro toro bueno del encierro de Peñalba, en el sexto salió a hacer una faena distinta, por clásica y sobria, con economía de movimientos a caballo, aunque parezca extraño, en la que toreó de menos a más a un toro que terminó rompiendo a embestir.
En los medios, mirando de frente al toro, colocándose con calma para meterse en su terreno, Fauro estableció una conexión especial con el de Peñalba, y luego se fue a clavar con precisión, batiendo en la cara y gustándose. La gente empezó a sumarse a este modo de torear y andar por el ruedo tan sereno y acabó sintiendo a la par de Fauro lo que estaba viviendo, y con "Atila" y "Mijas" redondeó una faena que era de dos orejas de no haber matado de un pinchazo trasero que fue suficiente, pequeña mácula que le impidió salir por la Puerta Grande junto a Guillermo.
Por su parte, Jorge Hernández Gárate, el primer espada del cartel, tuvo que echar mano de recursos para salir avante del compromiso, y luego de recibir a ambos toros con "Tintán", toreó con otros caballos de su cuadra, como "Fuego", de capa albina, o "Clavillazo", además de "Velázquez" y el veterano "Valladolid", primero procurando encelar al toro que abrió plaza y después sobreponiéndose a los arreones que pegaba el cárdeno claro lidiado en cuarto lugar. En las dos lidias, el torero potosino de dinastía se vio esforzado y deseoso de sacar la casta, y en distintos pasajes clavó banderillas con precisión, por lo que el público agradeció el esfuerzo desplegado.
De los dos grupos de forcados que vinieron a esta corrida habría que apuntar las tres extraordinarias pegas de los Forcados de Santarem, todas al primer intento, a cargo de Joaquín Grave, Salvador Ribeiro Almeida y el propio Bernardo Bento, que fueron a la cara de los toros corridos en primero, tercero y sexto lugares, para enseñorear su valor y su técnica, además de la rápida reacción del resto del grupo para acoplarse y auxiliar a estos forcados y consumar sus pegas.
Los Forcados Amadores de México sólo tuvieron ocasión de pegar el quinto, al que Hermoso le cortó el rabo, por conducto de Juan de Dios Corona, que dio cátedra de temple en una artística pega en la que demostró que los nuestros también son toreros a carta cabal y hacen honor a esta añeja tradición de pegar toros bravos tal y como se hace en Portugal.
Una vez más, la corrida de rejones demostró que interesa al público, y si el año pasado se celebró con éxito, ahora fue doblemente atractiva con los forcados. Ojalá que en 2026 se convierta en una tradición cerrar la Feria de San Marcos con este festejo que gusta a otro tipo de público y siempre genera buenas entradas en los tendidos de una monumental que, en este Serial Taurino, nos deja varios temas para la reflexión.