El distinguido aficionado don
Paco Muro falleció el sábado 1 de febrero en Aguascalientes de causas naturales, a la edad de 88 años, y su presencia en el medio taurino deja una constante de simpatía y sensibilidad, no sólo como juez de plaza, tanto en la "San Marcos" como en la Monumental, sino por los lazos de amistad que tuvo muchos toreros de distintas épocas.
Don Paco nació en Aguascalientes el 7 de mayo de 1936, y se aficionó a los toros desde pequeño cuando fue uno de los niños privilegiados que vio torear a Manuel Rodríguez "Manolete" en el centenario coso de la otrora calle De la Democracia, el 5 de febrero de 1947.
Desde entonces, su afición se acrecentó acudiendo a distintas ganaderías, donde aprendió el abc del toreo y siempre que podía se animaba a salir a torear alguna becerra. Años más tarde estuvo en el biombo de la autoridad, procurando siempre actuar con justicia y sentido taurino.
A lo largo de las ferias de San Marcos se le veía andar despacio, con su juncal figura, con aire de torero, tocado de un sombrero cordobés que lucía con garbo, y departía con amigos y taurinos en interminables tertulias, para aportar un comentario agudo, ocurrente o irónico.
Fue integrante del "Grupo de los 5" junto con Gabriel Salazar, Héctor de Granada, Mario Rentería y José Luis Ornelas, que se organizaron para dar novilladas en la plaza "San Marcos" a fines de la década de los años 60., la mayoría de ellas con ganado de La Punta, propiedad de la familia Madrazo.
Apoyó entre otros a toreros como: Armando Mora, José Manuel Montes, José Antonio Picazo El Zotoluco, Rafael Íñiguez "El Rivereño", Eduardo Rivas y Arturo Magaña, entre muchos otros.
En mayo de 2024 acudió a una entrevista al programa de radio "Patio de Feria", en una sabrosa tertulia radiofónica, en la que también participó el matador César Pastor, y que resultó tan aleccionadora como entretenida, pues don Paco habló acerca de la importancia de la cultura taurina y también dio sus puntos de vista sobre el novillero Marco Pérez, que acababa de debutar con picadores en México en la Monumental hidrocálida, y que hoy recuperamos para honrar su memoria.
Desde aquí enviamos nuestro más sentido pésame a toda su familia y amigos, que eran muchos, y especialmente a su hijo Paco, que se seguirá sintiendo orgulloso de haber tenido un padre tan taurino, un gran compañero de viajes de toros, y un guía que marcó su camino. Descanse en paz, don Paco.