El novillero retirado y torilero Eduardo Ballesteros, falleció la noche del martes 31 de diciembre en Pachuca a los 95 años de edad, víctima de un bloqueo cardíaco que finalmente terminó con la vida de uno de los taurinos más queridos de la capital de Hidalgo.

Eduardo Terán Ballesteros, a quien cariñosamente se le conocía como "Don Lalo", fue novillero en las décadas de los cincuenta y sesenta, toreando dos tardes en la Plaza México. Perteneció a una camada de toreros pachuqueños como Félix Noble, Carlos de la Peña, José Luis Serrano, entre otros.

Por más de 35 años fue el torilero de la monumental "Vicente Segura", recibiendo incluso una cornada en abril de 2014 al desembarcar un encierro y siendo reconocido por su trayectoria en la feria de hace diez años. 

A principios de los ochenta del siglo anterior, fue maestro de los novilleros Armando García y Mario de la Cruz, y apoyó buena parte de su carrera al matador Pablo Samperio.

Se retiró de su labor como torilero por cuestiones de salud y hace una semana salió adelante de una intervención por una obstrucción intestinal, pero su estado decayó, hasta este desenlace. Le sobreviven sus hijas Gabriela y María Antonieta, así como su hijo Carlos, y nietos y bisnietos.

Sus restos fueron velados en la agencia funeraria Arriaga Platinum, y se llevó a cabo una eucaristía en el ruedo de la plaza de toros  Pachuca. Desde esta redacción enviamos nuestro más sentido pésame a la familia y amigos de este distinguido personaje, descanse en paz.